El pasado reciente acecha al Celta

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

En vísperas de enfrentarse a Málaga, Barcelona y Sevilla, el equipo céltico está sumergido en una racha preocupante que comparte tintes con los registros del año del último descenso

23 oct 2013 . Actualizado a las 14:09 h.

El sueño de una temporada tranquila se derrumba a cada paso. El Celta parece haberse afiliado al sufrimiento, y salvo un giro radical de los acontecimientos, esta temporada a los aficionados célticos les tocará de nuevo estar con el corazón en un puño. Porque la temporada está tomando tintes más que preocupantes tras las nueve primeras jornadas. El lunes por la noche, bajo el aguacero, el equipo entró en zona de descenso, y aunque con tanto campeonato por delante puede ser simplemente anecdótico, urge reconducir la situación.

Cada número que se maneja tumba al Celta. Los datos que firma el equipo de Luis Enrique son de todo menos alentadores, y si se toma como referencia el pasado, el optimismo se esfuma. La sombra de la temporada 2006/07 acecha a los celestes.

Un balance pobre

Seis puntos no dan para vivir

Seis puntos de 27. Ese es todo el botín que el Celta ha conseguido en nueve encuentros. Un bagaje tan pobre que ha metido al equipo céltico en la zona de descenso. Esa con la que los vigueses tuvieron que convivir durante semanas el curso pasado, y de la que solo salieron para engancharse definitivamente a la vida. La cifra, sin contexto, es pobre, pero si se añade el factor histórico, es todavía peor. Porque el arranque que el equipo está firmando en la máxima categoría roza el peor de su historia. Tal y como recoge el blog Celta Historia, solo la temporada 43/44, en la que los vigueses atesoraban 5 puntos, computa una cifra peor. Extrapolando el valor de las victorias a tres puntos, el actual inicio es idéntico al firmado en la campaña 78/79, en la que el Celta acabó descendiendo.

La victoria

El triunfo en el Villamarín

Una solitaria victoria en nueve partidos es la única alegría que el celtismo ha recibido hasta ahora. El triunfo ante el Betis, cimentado precisamente en las paradas del portero Yoel. Hay que retrotraerse de nuevo a la campaña 78/79 para encontrar a un Celta que a estas alturas de Primera solo sumase un triunfo. Había sido en Balaídos, en la tercera jornada de Liga, y ganando por la mínima a la Real Sociedad.

La racha

Cuatro derrotas seguidas

Cuatro marcadores consecutivos en blanco es algo que el Celta no recordaba desde la temporada 2006/07, el fatídico año en que se consumó un descenso que se prolongó durante demasiadas campañas. El recuerdo de aquel año es infausto, y ahora mismo, acecha al celtismo. Aquel curso el equipo llegó a encadenar hasta tres rachas demoledoras, una primera en la que estuvo once jornadas sin ganar, la segunda en la que solo sumó dos empates en siete partidos, y la última, que puso la puntilla, con el Celta de Stoichkov encajando cinco derrotas seguidas. La sombra de esa temporada se cierne sobre el equipo de Luis Enrique también en lo que al inicio en Balaídos se refiere.

Balaídos

Tres puntos en cinco partidos

Balaídos sostuvo al Celta la temporada pasada. Le dio hasta hasta su último aliento al equipo para sobrevivir cuando peor pintaba la Liga. El apoyo del celtismo fue fundamental, y esta campaña comenzó manteniendo el pulso. Sin embargo, las tres victorias y el empate que el equipo, con Paco Herrera al frente, cosechó en casa en sus cinco primeros compromisos como local se han reducido esta temporada a tres escuálidos empates. Mereció más el Celta ante Espanyol y ante Granada, pero hubo tablas en el marcador, igual que ante el Villarreal, y esos tres puntos conseguidos hasta el momento igualan el peor arranque céltico en su feudo, firmado precisamente en esa campaña 06/07 con Fernando Vázquez al frente, y con el equipo compaginando Liga y Copa de la UEFA.

El momento

Margen de maniobra

Queda mucha Liga por delante, pero el Celta necesita revertir urgentemente la situación. Sumar ante Málaga, Barça y Sevilla sería fundamental. Por puntos, y por confianza.