Osasuna, el ejemplo a imitar

x. r. c. vigo / la voz

GRADA DE RÍO

Trece años atrás el Osasuna consiguió un hito al que puede aferrarse el Celta.
Trece años atrás el Osasuna consiguió un hito al que puede aferrarse el Celta. CÉSAR QUIÁN< / span>

Hay un precedente al que se puede aferrar el Celta para creer que el milagro de la salvación todavía es posible

20 may 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Hay un precedente al que se puede aferrar el Celta para creer que el milagro de la salvación todavía es posible. Las hemerotecas reflejan la gesta de Osasuna en el año 2001, cuando a falta de dos jornadas eran penúltimos con 36 puntos, a cuatro del corte de la salvación que marcaba el Rayo Vallecano con 40 puntos, la misma cifra que también tenían Oviedo y Real Sociedad. Los navarros ganaron los dos últimos partidos y mandaron a Segunda a los asturianos, que todavía no han regresaron a la élite desde entonces.

Después de perder en la jornada 36 con el Villarreal, el Osasuna que entrenaba Miguel Ángel Lotina quedaba a un paso del descenso con solo dos partidos por delante. Pero aquel equipo navarro fue capaz de superar por la mínima al Zaragoza en El Sadar y de ganar por idéntico resultado en la jornada final a la Real Sociedad. El pleno de seis puntos le permitió irse a los 42 y salvarse con la misma puntuación que Zaragoza y Valladolid. En el mismo tramo, el Oviedo que entrenaba Radomir Antic solo fue capaz de sumar un punto (empate con el Real Madrid en el Tartiere a un gol) y descendió después de perder en la última jornada (4-2) con el Mallorca en Palma.

Numancia y Santander, que eran los compañeros de viaje de los pamplonicas en el furgón del descenso en aquel entonces, y que a falta de dos jornadas tenían los mismos 36 puntos, no tuvieron la misma suerte. Solo ganaron un partido y descendieron. Para ellos fue insalvable la misma distancia de cuatro puntos.

Misma situación que en el 2007

Aunque sin final feliz, el Celta se encuentra en la actualidad en una situación idéntica a la vivida en el 2007. A falta de dos jornadas sumaban 33 puntos y estaban a cuatro del corte que marcaba el Athletic de Bilbao. El equipo de Stoichkov sumó los seis puntos restantes (ganó al Atlético en el Calderón y al Getafe en Balaídos) pero no pudo evitar el descenso por un punto. Se fue a Segunda División con 39 y los bilbaínos, después de un extraño partido con el Levante, se salvaron con 40 puntos.