Hugo Mallo: «Estoy muy arrepentido»

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

<span lang= es-es >Mala imagen</span>. No dudó en hacer una peineta a los aficionados blanquiazules.
Mala imagen. No dudó en hacer una peineta a los aficionados blanquiazules.

El lateral pidió disculpas a Celta, afición y Deportivo por cómo había actuado en los prolegómenos del derbi y durante el partido en Riazor

17 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El insomnio y los remordimientos de conciencia acompañaron a Hugo Mallo en su vuelta de A Coruña a casa. La marabunta generada alrededor de su desafortunada fotografía con un cartel de «Se Vende» sobre un escudo tuneado del Deportivo incendiaron el viernes las redes sociales y pusieron al lesionado lateral de Marín en primera línea. Él, a su manera, también jugó el derbi desde el momento en que se subió al autobús de la Peña Iago Aspas. Y es que Hugo quería vivir el derbi de una forma especial, y lo hizo, aunque sus actos acabaron convirtiéndose en una secuencia de desatinos. El primero, que no el último, la fotografía.

Y es que si la imagen de Mallo con el cartel antideportivista distaba de los valores que se asocian al deporte, peores fueron sus gestos en Riazor. Se encaró con la afición local, con gestos obscenos y palabras fuera de lugar, impropias de un futbolista de su categoría. Fue una imagen lamentable. Y Mallo lo sabe.

Las ampollas que su actuación levantó, sumadas a la reflexión, depararon que el lateral hiciese ayer acto de contrición. A las tres de la mañana del viernes, llamaba al jefe de comunicación del Celta par decirle que quería ponerse en la palestra. Esta vez para pedir disculpas. Fue lo que hizo ayer por la mañana. Disculparse ante Celta, aficionados celestes, Deportivo y ante los jugadores del eterno rival. «Deciros que estoy muy arrepentido, no era mi intención que pasara todo esto. Solo quería disfrutar del derbi acompañado de mis amigos y animar al equipo, vivirlo de una manera especial y diferente», adujo.

La intervención, a instancias suyas, de Mallo, fue una retahíla de disculpas. «Este escudo no se merece esto, por eso, pido perdón al club, al Celta, a todo el celtismo. Estoy muy arrepentido, muy jodido y no sé qué decir», y añadió otro de los múltiples «perdones» con los que sazonó su intervención. Sin la venda de la pasión desenfrenada por su club, el defensa reconoció que no es un hincha más. «Soy un profesional que me debo a este club y no puedo hacer esas cosas».

Explicó que cuando se hizo la foto «no sabía ni que fuera del Dépor. Supuestamente iba a quedar como una foto entre amigos», se excusó. Y puestos a disculparse, lo hizo también con el club herculino. «Yo al Dépor le tengo aprecio, porque es un equipo que cuando me he lesionado se ha portado bien conmigo, me ha dado su apoyo. Le pido perdón al Dépor si en algún momento les ofendí, que puede ser que sí, y sobre todo a los jugadores del Deportivo, que pueden pensar que en algún momento me estaba riendo».

El segundo capítulo

El acto de contrición de Hugo Mallo, sin embargo, se empañaba pocas horas después de su comparecencia ante los medios. Cuatro emitía las imágenes del defensa en la grada de Riazor que no lavaban su imagen. Más bien al contrario. Su actitud altiva y el encararse con aficionados deportivistas empañaban de nuevo su perdón matinal. Quizás por la mañana Hugo Mallo ya intentaba expirar los pecados de toda la jornada, consciente de que el viernes, como aficionado, no estuvo a la altura de lo que es como jugador.

Una lección aprendida

Su deseo de vivir el derbi de manera especial, acabó convirtiéndose en una pesadilla. Un error del que espera aprender porque «este escudo no se merece que se enseñe esa imagen». Quizás por eso Hugo no pone pegas a las declaraciones de su compañero Mario Bermejo. «Está en su derecho de decir eso. Yo soy consciente». Lo mismo que asume sin rechistar la sanción que el Celta le impondrá. Al menos, afirma, ha aprendido la lección.

«Todo esto me ayudará a ser mejor persona. Espero que me sirva para aprender», dijo. El pero es que su aprendizaje llega de la forma menos elegante.

«Este escudo no se merece esto, por eso pido perdón al club,

al Celta y a todo el celtismo»

Lateral del Celta