Con el desafío de salir del descenso

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El Celta necesita recuperar su mejor fútbol ante un Valencia imponente en un duelo crucial

09 feb 2013 . Actualizado a las 17:44 h.

El Celta se enfrenta a una situación inédita. Al reto de abandonar la zona de descenso. De acelerar después de pisar la zona roja por primera vez desde la segunda jornada de campeonato. En la anterior visita, los vigueses salieron a la primera, con un convincente triunfo ante el Osasuna. Pero ahora la dificultad es mayor. El invicto Valencia de Valverde a domicilio llega a Vigo con la intención de asaltar la zona Champions. Nada que ver con aquel conjunto blandengue de Pellegrino a quien indultó la falta de gol celeste en Mestalla.

Para paliar este déficit, hoy todo apunta a que será el día del estreno de Fabián Orellana, presentado con la etiqueta de revulsivo el pasado domingo en la puesta de largo más concurrida de los últimos tiempos en Vigo. El chileno podría actuar como segundo punta por detrás de su íntimo Iago Aspas, que también vivirá una contienda especial. El moañés podría estar enfrentándose a su futuro.

No será Orellana el único de los fichajes que aparezcan en un once inicial en donde parece seguro el retorno de Krohn-Dehli y Augusto después de cumplir el partido de sanción y de Bellvís en el lateral izquierdo para suplir a Roberto Lago.

Aunque la única confirmación de Paco Herrera fue la titularidad de Álex López tras su paso por el banquillo en el Sadar. Se supone como acompañante de Oubiña -que cumple cien partidos en la élite- si al final el técnico se decanta por el 1-4-2-3-1 como apuesta táctica.

Frente a un rival que presiona arriba, que tiene juego de bandas, llegada y jugadores de extraordinaria calidad, el Celta debe dar un paso al frente en sus intenciones y recuperar su gusto por el control del partido y del balón, y a ello puede contribuir el ferrolano. Entre expulsiones y apuestas tácticas, la posesión celeste ha menguado de un modo considerable en los últimos tiempos. Hoy la necesitan para mantener a raya a un equipo que no precisa crear tanto juego para rentabilizar su pegada. En el balón y en la definición parece estribar la suerte del partido.

Ausencia de Guardado

Aún con la eliminatoria de Champions a la vuelta de la esquina, Ernesto Valverde apenas se ha dejado nada en Valencia. Únicamente a Andrés Guardado, que se ha ahorrado el trago de volver a Vigo tras su oda al Valladolid del curso pasado. A cambio, recupera a Feghouli, el número dos en la lista de jugones del conjunto ché. El Valencia llega a Balaídos en racha. Con tres triunfos consecutivos a domicilio y después de plantar cara al Barcelona con un merecido empate.

El partido, con tintes de final, también será un ejercicio de fe para el celtismo. Frente a la crispación en las aficiones de otros compañeros de viaje, los vigueses han optado por la unidad sin fisuras. Quizás como fruto de vivir cinco años en el infierno al borde de la capitulación. Por eso todos los esfuerzos parecen pocos para retener el botín de seguir en la élite. Como avance, el consejo de administración, con Mouriño a la cabeza, cerró filas ayer presenciando el entrenamiento de Balaídos.