Oier y Rubén asumen la trascendencia de su primer duelo ante su exequipo
29 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Oier Sanjurjo y Rubén González se miden el sábado por primera vez a su pasado celeste. El navarro estuvo en la ida en Balaídos, pero no jugó ni un solo minuto. El compostelano todavía no se ha enfrentado al Celta desde su salida en el 2009.
«Vigo me dejó mucha huella en el corazón y todavía sigo manteniendo contacto con mucha gente», comenta Oier, a quien Mendilibar ha reconvertido en mediocentro. Y el ciudado de Estella no le ha defraudado. Ya lleva 15 partidos en esa posición. «En pretemporada me puso en esa posición, cumplí con lo que me exigía y en Liga me dio la confianza en ese puesto en un partido, lo hice bien y desde entonces estoy participando de mediocentro», comenta. Esa versatilidad es la que ha cambiado su panorama particular por completo: «No estaba jugando nada y la verdad es que estaba mal la cosa, pero ahora estoy participando mucho más, estoy cogiendo ritmo, minutos y confianza y estoy contento con el trabajo que estoy realizando».
Para Rubén manda el blanco sobre el negro a la hora de evaluar su paso por el Celta: «Tengo recuerdos de todo tipo. Bastantes más agradables y dulces, aunque he pasado momentos difíciles a nivel profesional». El santiagués tuvo que comenzar de nuevo en el Mallorca y en su segundo año en Osasuna trata de asentarse. «Ahora estoy teniendo más oportunidades y la confianza del entrenador, pero eso hay que seguir trabajándolo». Ha jugado en cinco ocasiones y la baja de Arribas lo convierte en fijo para el sábado.
No esconde Oier que ese encuentro es clave para los dos equipos. «Tenemos una situación que ninguno de los dos equipos quisiéramos porque es una situación difícil para ambos». Rubén González le secunda: «Es un partido importantísimo, nos enfrentamos contra un rival al que podemos superar en la tabla en caso de ganar. El partido significa muchas cosas».
A priori, el jugar como local le da mayor chance a Osasuna. «La base para conseguir el objetivo de la permanencia pasa por ser fuertes en nuestro estadio», apunta el gallego. El mediocentro tampoco le quita presión al Celta: «Creo que nos la jugamos por igual. Nosotros al jugar en casa estamos más obligados, porque Osasuna es un equipo que si no se hace fuerte en casa y encadena victorias, le cuesta mucho, pero ellos están necesitados de los tres puntos».
Oier considera que Osasuna ya ha superado los peores momentos y está en línea ascendente. «El equipo está cogiendo buena línea y tenemos que demostrarlo este sábado», sostiene. Rubén también les ve por el buen camino -«anímicamente estamos bien en cuanto al grupo, que se ve con fuerzas y ganas»-. Pero sin confianzas.