Un traspiés con la cabeza alta

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Hizo lo más difícil, aguantó el marcador, maniató a Falcao, pero sucumbió

22 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Celta encajó una nueva derrota, pero nadie puede negar el trabajo y la imagen que el Celta exhibió en el Calderón. Los de Paco Herrera se presentaron con la lección aprendida y solo el gol de Adrián dio al traste con el ingente esfuerzo de los vigueses, que una vez más se quedaron sin premio. Se dejaron la piel a la hora de defender, dejando quizás poco margen para el ataque. Las pocas ocasiones llegaron tras encajar.

Trivote

Otro once inédito. Herrera exhibió otro once inédito. La principal novedad fue la vuelta al trivote. Situó a Natxo Insa junto a Borja Oubiña y encomendó a Álex López las labores de mediapunta que últimamente desarrollaba Mario Bermejo. Cuando tocó hacer los cambios, Vila se plantó como tercer central, aunque en los últimos minutos, y tras el gol, De Lucas salió para ser el revulsivo.

Planteamientos

No todo es el balón. Paco Herrera lo había advertido. El Atlético no necesita la pelota para controlar el partido. De ahí que ayer los colchoneros cediesen por momentos el esférico al Celta sin por eso estar incómodos en el primer acto. El control del balón dependía de la presión que los madrileños ejerciesen. Una presión que cuando los vigueses tenían la pelota, resultaba casi asfixiante y propiciaba las pérdidas de balón e imprecisiones. A los de Herrera les costaba sacar el balón, y lo acusaron en su juego. En la segunda parte el equipo logró generar peligro con el esférico, incomodando a un Atlético poco acostumbrado a que le anulen su ataque.

Roles

El Celta se crece. El primer paso para puntuar en el Calderón era salir vivos de la primera parte. Y eso fue lo que hizo el Celta. Con algún apretón, pero con las ideas muy claras, se fue al descanso sin encajar, lo que hizo que en la segunda parte los de Herrera salieran como motos, obligando a Simeone a mover ficha. Los celestes han demostrado que se crecen ante los retos. Salieron sin miedo y en la segunda parte mostraron un descaron que no se tradujo en réditos. En todo caso, este Celta, que se fajó casi todo el año en Segunda, cierra el 2012 mirando a los ojos a un todo un Atlético.

La defensa

Todos a una. El Celta logró lo imposible. Maniató a Falcao, aunque al final no fue suficiente. La atención defensiva fue máxima, con Túñez y Cabral anulando al Tigre. Fue un trabajo a destajo. Contras y balón parado ponían a prueba a los celestes, que no bajaron nunca los brazos. Solo el golazo de Adrián, complicado de detener, manchó el trabajo celeste.

El ataque

Ni un solo remate. El bagaje ofensivo del Celta ayer fue practicamente nulo hasta el punto de que no firmó ni un solo remate entre los tres palos.