El central celeste se reencontrará con su excompañero de River Plate en el próximo partido que enfrenta al Celta y Atlético de Madrid
19 dic 2012 . Actualizado a las 13:01 h.En el Celta no hay margen para el llanto. El calendario liguero se aprieta de tal manera en este final de año que los celestes este viernes ya se reencuentran con la competición. Lo hacen visitando al Atlético de Madrid y en el peor momento. El Barcelona frenó en seco al equipo de Simeone en el Camp Nou, por lo que los colchoneros querrán desquitarse a costa del Celta. El primero, Radamel Falcao, un tigre al que la defensa celeste intentará dar caza.
Gustavo Cabral será una pieza fija de la zaga celeste en el Calderón. Túñez espera llegar para el partido, pero por lo de pronto el que tiene plaza segura es el central argentino, un defensor que además conoce bien al «Tigre». «Al igual que Augusto, coincidí con él en River. Fue en 2008 y 2009. Hemos compartido vestuario y entrenamientos, y la verdad es que se le ve muy bien», comenta Cabral. Al defensa vigués le tocará poner coto al desenfreno goleador del colombiano, y espera que sus temporadas en común le sirvan. «Conocerlo un poco puede ser una ventaja», reconoce.
La clave para amarrar al referente ofensivo del Atlético está clara, aunque no es fácil de ejecutar. «Para tratar de pararlo hay que estar muy atentos, no solo yo sino también mi compañero. Falcao es un jugador letal dentro del área, tiene el arco entre cejas y si le das una pelota puede terminar en gol», apunta Cabral. «Es un futbolista que ha progresado mucho y sigue poniendo cosas buenas a su faceta». Bajo su punto de vista, el Atlético es posiblemente el peor de los rivales a los que enfrentarse en este final de año. «Por cómo está el Atlético, sí puede ser el peor rival, porque se ha mostrado un equipo muy completo. Está haciendo muy bien las cosas, pero nosotros tenemos nuestras armas y ojalá podamos hacer bien las cosas».
La situación de la defensa
El gol del Betis fue un jarro de agua fría para un Celta que va a más en la parcela defensiva, pero al que los pequeños errores pasan una factura muy cara. «El gol fue un centro lateral en el que el delantero, antes de que me llegue a mí, me choca y me quedo medio desestabilizado. Él la para de zurda, gira muy rápido -no hay que sacarle méritos- y Túñez no llega a cerrar la posición y se saca el remate», recordaba ayer Cabral, para quién, al margen de los sucedido, la zaga celeste ha evolucionado. «Creo que vamos mejorando de a poquito. Se nota que el equipo está mucho mejor, más ordenadito y a los rivales les cuesta más crearnos situación. Sí nos convierten, es cierto, pero esto va a mejor. Ojalá que este partido no nos conviertan», desea el central argentino del Celta.