El Celta, con novedades en el once, pone a prueba su reducto ante el Sevilla
05 oct 2012 . Actualizado a las 15:07 h.El Celta pone a prueba su solidez como local ante un rival de envergadura y en un partido de exigencias. Por la necesidad de sumar y por medirse a uno de los grandes en Balaídos. Porque el Sevilla llega a Vigo demostrando nivel para luchar por un puesto de Champions y con una hoja de ruta que invita al conjunto vigués a redoblar sus esfuerzos.
Hasta el momento en este regreso a la élite, el Celta siempre había curado sus heridas en casa. Dos victorias balsámicas ante Osasuna y Getafe mostrando además suficiencia en el juego. Ahora llega un rival de la zona noble, que fuera de casa todavía no conoce la derrota y que ha demostrado atravesar un estado de forma excepcional. Falta por saber cómo afectarán las bajas confirmadas de Trochowski y Rakitic y la tercera por definir de Medel, quien ha entrado en la convocatoria pendiente de un último recurso. Reyes, Campaña y Kondogbia serían la alternativa.
Pese a tanto potencial, el Celta solo entiende el fútbol a través de la posesión, el balón y el descaro ofensivo. Por eso los vigueses apostarán por mantener el fútbol de ataque de Los Cármenes, pero con más acierto arriba y menos errores de bulto irreversibles atrás, en donde tendrá que prestar especial atención a las bandas, en particular a la derecha del Sevilla con Cicinho y Navas como grandes amenazas.
Movimientos
Para dar con la tecla, Herrera volverá a mover ficha. Un cambio por línea a priori, con Roberto Lago y Álex López restituidos después del toque de atención de Granada -Bellvís e Insa podrían ser los damnificados- y con Bermejo recuperando su lugar en ataque al lado de Iago Aspas. Cada vez que el cántabro ha sido titular el equipo ha ganado. A día de hoy, parece un valor mucho más fiable que el coreano Park.
El encuentro será el punto de arranque para el Tourmalet de octubre del conjunto celeste, un mes que los vigueses pretenden pasar cuando antes y con los menores daños colaterales posibles, por eso la visita del Sevilla está cargada de especial relevancia. Un triunfo sería un subidón y daría tranquilidad pero una derrota podría abocar al equipo al furgón de cola.