A saldar cuentas en Granada

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El Celta busca sus primeros puntos a domicilio en un campo maldito

30 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Celta regresa al último escenario maldito. La visita a Los Cármenes no es un partido más, aunque los llamamientos a la concordia se hayan multiplicado desde el norte y desde el sur. Sin embargo, no parece la revancha el principal objetivo para Granada, sino la intención de estrenarse a domicilio ante un rival directo.

A priori, no hay mejor escenario en la historia reciente del celtismo para aprobar la asignatura pendiente en el campo nazarí. En Mestalla los vigueses cuajaron una parte para la ilusión en su versión forastera y ese parece el camino. Ante el Valencia Herrera decidió recuperar su peculiar trivote, una idea que podía tener continuidad esta mañana con Natxo Insa como única novedad en un once inicial celeste cada vez más definido. El alicantino, en un excelente momento de forma, sería el escudero de Oubiña en defensa y de Álex López en ataque.

Con el trío Herrera pretende cortar la fortaleza interior de los rojiblancos, con el excéltico Iriney como jefe de la sala de máquinas, pero el poderío del Granada también se amplía a las bandas con dos laterales de gran despliegue físico con tendencia a subir siempre que sea posible. La ayuda de Krohn-Dehli y Augusto a los laterales resultará también capital, especialmente en el caso del argentino, ya que Siquiera es quien cubre las espaldas a Orellana, otro de los grandes reclamos del encuentro. Hugo Mallo tendrá uno de los grandes exámenes de la temporada.

En el Granada el delantero italiano Floro Flores es la única duda para el once. Tras recibir un golpe en el Camp Nou tuvo que retirarse y ayer no pudo completar el último entrenamiento. El franco-marroquí El-Arabi, que llegó como aires de estrella, podría ser el jugador más avanzado en un equipo cargado de pólvora que hasta la fecha solo ha conseguido dos goles, ambos en casa y que le sirvieron para empatar ante Sevilla y Deportivo. Sin ganar después de cinco jornadas, Anquela no escondió la trascendencia del partido para el cuadro andaluz.

En cuanto al ambiente, el Celta no se esperaba una comitiva de bienvenida, sino un público hostil volcado con su equipo desde el principio. Aunque lejos de la histeria de aquel play-off que hoy puede quedar enterrado para siempre.