El brasileño Lorenzo Carvalho es el último en formar parte de un extravagante y nada austero grupo de personajes que son famosos por tener y gastar mucho dinero
22 ago 2013 . Actualizado a las 01:00 h.Grecia, Portugal, España, Italia, Chipre,..., son muchos los países que se han visto afectados por la crisis y muchas las personas que están sufriendo sus consecuencias por los numerosos recortes. Pero entre toda esa población, que cada día tiene que apretarse el cinturón un poco más, hay también un sector que pregona su poder económico y alardea en todo momento de excentricidades. ¿Algo nuevo? En absoluto, pero parece que en los tiempos que corren este tipo de frivolidades desbordan el exceso.
El último en unirse a esta lista de «personalidades» que en otro tiempo encabezaba Paris Hilton es Lorenzo Carvalho, un personaje desconocido hasta ahora en Portugal pero que, gracias a su último capricho, ha escandalizado al país vecino en el que casi dos millones de personas viven en la pobreza.
Nacido en Brasil, de madre brasileña y de padre luso-brasileño, Carvalho pasó sus primeros años en la ciudad de São Paulo y después de diversos accidentes, que hicieron que perdiera a parte de su familia, se trasladó a Milán donde residió hasta hace poco. Casado y padre de un hijo, para celebrar sus 22 años se gastó 300.000 euros en una fiesta que contó con la presencia de Pamela Anderson porque, según le explicó a la periodista de la TVI Judit Sousa, «tenía que hacer algo especial para celebrar su primer cumpleaños en Portugal».
Pero esta celebración es tan solo una pequeñez para Carvalho que «se está haciendo famoso por tener dinero, mucho dinero», pues gracias a los negocios familiares de piedras preciosas y cosmética se pudo permitir su primer coche con 13 años, con 17 años ya podía decir que tenía un Ferrari en su garaje y ahora, cinco años después, compite en la escudería como piloto de GT3 previo pago de 1 millón de euros por carrera. Su sueño, ser piloto de F1.
Amigo de jugadores de fútbol como Neymar, dejó los estudios a los 16 años ya que «nadie está obligado a hacer nada en este mundo» y la mejor escuela ha sido para él los viajes alrededor del mundo que ha hecho con el paso de los años.
A pesar de todos estos «pequeños» caprichos, se considera «consumista como todas las personas que disfrutan de las buenas cosas» y afirma que valora más otras cosas antes que el dinero. Pone como ejemplo su participación en la ONG Terra de Sonhos o su marca Understand 69, pues con ellas ayuda a «todo lo que le llegue al corazón».
Los excesos de los nuevos ricos
Las cantidades ingentes de dinero que se gasta en decorar todo su cuerpo con tatuajes o en comprar botellas de champán no son acciones aisladas de una sola persona. El blog Rich Kids of Instagram se hace eco de las actividades de los «niños de papá» que, ajenos a la crisis, exhiben sin ningún pudor sus gastos desmesurados como la compra de carísimas botellas de esta bebida para acabar tirándola por la bañera o ofreciéndosela al perro.
Pero hay otros muchos que llevan tiempo alardeando de dinero y del lujo que les rodea. Una de ellos es la famosa heredera Paris Hilton, conocida por el derroche de su fortuna y sus continuas extravagancias. La última se producía este verano cuando Hilton preguntaba a sus seguidores de Instagram si 19 maletas serían suficientes para sus vacaciones en Ibiza. La heredera del imperio de los hoteles no es a la única a la que le gusta disfrutar bien de sus vacaciones, concepto un poco confuso ya que la mayoría de estos jóvenes no tiene oficio. Para no tener que hacer colas en las atracciones, el príncipe saudí Fahd al-Saud pagó 15 millones de euros por cerrar tres días Eurodisney y tener a su disposición toda la oferta del complejo.
Otro ejemplo es el clan Kardashian, conocidos por mostrar su vida en un reality show y que también enseñan a través de las redes sociales todas sus actividades diarias y sus impresionantes gastos. Un nivel de vida que no cuenta con la aprobación de todos, incluida la del propio presidente Obama, que en las últimas semanas ha criticado el modelo de vida que representa Kim Kardashian y su pareja, el rapero Kanye West.
Pero no sólo hay ricos en el extranjero. En España, más allá de aquella generación marcada por Chabeli Iglesias y Tamara Falcó, también han salido a la luz una nueva hornada de jóvenes ricos con gustos exquisitos. Localidades como Marbella, Ibiza o Sotogrande están plagados de ejemplos de esta nueva generación de nuevos ricos y cuentan con locales exclusivos para que puedan disfrutar de sus caprichos favoritos. El programa realizado por Callejeros de Cuatro titulado «Ricos sin crisis» les ponía cara y se podía ver a algunas de estas personas de alto poder adquisitivo haciendo comentarios como «si no llevo algo de Channel todos los días me siento desnudo» o una mujer que asegura que la crisis también le afecta porque antes «compraba dos pares de zapatos exactos pero de tallas diferentes porque en verano el pie me dilata» y ahora ya no puede hacerlo.
En definitiva, un gran númeo de extravagancias que no hacen más que demostrar que, a pesar de los tiempos que corren, hay bolsillos que no entienden de crisis.