El primer sujetador de Camariñas

Por Pablo Portabales

GENTE

13 feb 2011 . Actualizado a las 11:40 h.

Llega San Valentín

Mañana es San Valentín. Que conste que no me hace ninguna gracia lo del 14 de febrero. Pero no porque sea un día comercial, que eso me parece muy bien, sino porque lo del Día de los Enamorados suena a empalagoso. Es como esas raciones de tarta con una montaña de nata encima que las comes sin saber muy bien por qué. Por no dejarla en el plato, supongo. Mi mujer nació un 14 de febrero y hace años le llevé unas flores a su trabajo. ¡Qué vergüenza! Lo que iba para gesto romántico fue interpretado por los que me vieron con el ramito como una horterada por coincidir con el dichoso Día de los Enamorados. Y además, lo bonito es tener detalles al margen de las fechas, como un ciudadano francés afincado en Vimianzo que decidió regalarle a su mujer un sujetador de encaje de Camariñas. Un sostén artesano. Este Sarkozy da Costa da Morte visitó sin suerte varios talleres y la contestación siempre era del estilo «es que nunca hicimos ninguno y da mucho trabajo». Al fin, Estrella García, que se ocupa del diseño de las puntillas, fue la artesana que dijo sí. Con el mejor hilo de algodón y la colaboración de la joven modista Carmen Méndez obró el milagro. Lo más hermoso de la sugerente historia es que el ciudadano y su esposa tienen más de cincuenta años y que el detalle de lencería no pasó de los 100 euros. Esto demuestra que el amor no tiene edad y que no hace falta derrochar mucho dinero para demostrar los sentimientos. Como no se trataba de poner a la mujer posando con el regalo de su pareja, lo hizo la joven modelo Leticia Gómez Zas, con el cabo Vilán al fondo y el primer sujetador de encaje de Camariñas en primer término.

Una pareja surgida en «Luar»

Lo mejor de San Valentín es que sirve para poner de actualidad durante unos días el tema del amor. Esta semana escuché varias historias sanvalentinescas, de esas a las que es una pena no poder poner el nombre y apellidos de los protagonistas. Un abogado me contó que hace unos años fue al juicio de una pareja que se iba a separar y cuando llegó a la puerta del juzgado se los encontró abrazados. «Es que no estamos seguros», le dijeron. El letrado pidió el aplazamiento y les sugirió que se lo pensasen mientras tanto. Hasta hoy. Más fuerte parece la historia, también verídica, de una mujer que fue a Roma para pedir la nulidad de su matrimonio y se enamoró del cura que la acompañó. Siguen juntos.

Un amor con nombres puede ser el de Hugo Torreiro, de 20 años, y Yhadira García, de 17. Una versión gallega de Bisbal y Chenoa. Él es del Temple, A Coruña, y ella de Vedra, Santiago, y ambos son cantantes. ¿Dónde se conocieron? Pues en Luar, que cuenta con un espacio, Recantos, dedicado a los jóvenes valores de la canción gallega. Una especie de Operación Triunfo pero a lo Gayoso. Sobre el escenario surgió el amor y ahora son novios-intérpretes, que hasta tienen una canción a dúo. Lo malo es que a Yhadira, cuyos ojos recuerdan a los de Sara Carbonero, ya la eliminaron del concurso. Mañana será su primer San Valentín como pareja.

Amor solidario

Pero para pareja de gallegos guapa, guapa, guapa la que forman Mario Casas y María Castro. No, los actores no están enamorados, que se sepa, pero ambos tienen un corazón muy grande. El coruñés y la viguesa acompañaron y arroparon a José Carreras en la presentación de la nueva campaña de sensibilización de la fundación contra la leucemia que preside el tenor. Los tres visitaron a los pequeños pacientes del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid. Mario, que protagoniza con éxito la serie El barco, y María están en la cresta de la ola de sus carreras. Mario es uno de los rostros habituales en las carpetas de las estudiantes de media España. Seguro que se formarían colas para pasar mañana el Día de San Valentín con él. O con María.