Jugar con fuego

Ricardo Fandiño Pascual

GALICIA

21 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Un artefacto incendiario contra un edificio destinado a acoger a niños y adolescentes migrantes no es solo un acto delictivo: muestra cómo el odio desborda las palabras para convertirse en acto. El fuego no se dirige contra muros, sino contra aquello más frágil que toda sociedad debería custodiar: las infancias y adolescencias vulnerables.

Lo que estalla aquí no es solo un cóctel incendiario, sino un colapso moral proyectado sobre aquellos que necesitan amparo. Allí donde el malestar no se piensa ni se simboliza, se busca un enemigo exterior. El diferente se convierte en depósito de miedos y resentimientos, en chivo expiatorio sobre el que descargar pulsiones destructivas. Cuando el insulto y la sospecha se normalizan, lo simbólico cede y lo real irrumpe en forma de agresión.

El principio del interés superior del menor, inscrito en nuestras leyes y en los tratados internacionales, no puede quedar en retórica. Es una exigencia ética y jurídica que obliga a sostener, acompañar y garantizar dignidad. No hablamos de favores ni de gestos caritativos: hablamos de derechos inalienables, que deben situarse más allá de la coyuntura política o de las pasiones colectivas.

Resulta peligroso creer que las palabras de odio no tienen consecuencias, cuando son precisamente las que abren el camino a la violencia. Frente a quienes juegan con fuego, la respuesta no puede limitarse a la sanción penal, aunque sea necesaria. Se trata también de levantar diques simbólicos y culturales que impidan que el odio se herede. La educación en la convivencia, el trabajo con las emociones colectivas y la construcción de narrativas de hospitalidad son parte del antídoto.

Porque cuando nuestras infancias y adolescencias —las de aquí y las que llegan de lejos— crecen bajo amenaza, lo que se quema no es un edificio: es el tejido mismo de nuestra humanidad compartida.

Ricardo Fandiño Pascual es Doctor y psicólogo clínico. Coordinador de ASEIA (Asociación para a Saúde Emocional na Infancia e Adolescencia).