Marcelo Cornellá, defensor del mayor: «Tendría que haber un ministerio del mayor igual que existe uno de Infancia»

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Marcelo Cornellá, en su despacho.
Marcelo Cornellá, en su despacho. Cedida

La Oficina del Defensor del Mayor, que ofrece asesoramiento gratuito, apuesta por eliminar la cita previa para este colectivo

06 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Federación Española para la Defensa de las Personas Mayores (Fedepem) puso en marcha hace unos meses la Oficina del Defensor del Mayor con el apoyo de 146 asociaciones de toda España. Marcelo Cornellá Prieto, presidente de la federación, asumió también el cargo de defensor del mayor, con «unos objetivos muy claros a la hora de defender y sobre todo asesorar de forma eficaz y gratuita a aquellas personas mayores que tienen algún problema». En Galicia disponen de una oficina en Vigo y atienden a todo el territorio.

—¿Cómo llegan los mayores hasta ustedes y cómo organizan ustedes ese apoyo?

—Ya llevamos tiempo con esta iniciativa. Principalmente a través de las asociaciones y de algunos ayuntamientos con los que hemos firmado convenios podemos gestionar cualquier tipo de reclamación que tengan. Buscamos personas que estén especializadas en temas relacionados con los mayores, porque no cualquier abogado vale para cualquier causa. En Galicia, por ejemplo, tenemos casos muy sangrantes que nos han ido viniendo y a los que al final hemos dado respuesta. Por ejemplo, una señora a la que habían operado en el hospital y que de repente se dan cuenta de que vive sola y la quieren ingresar en una residencia. Al final conseguimos que volviese a su casa gracias a una vecina que firmó que se ocuparía de ella, de vigilar que todo estaba bien. También el caso de un señor que su mujer tenía que ingresar en una residencia y él dijo que se iba con ella. Años después, ella murió, y cuando él quiso volver a casa los hijos le impedían volver porque, según descubrimos, habían vendido todas las propiedades de él excepto un apartamento en la playa, donde en la actualidad vive. También hay casos de algunas residencias donde no se les da un trato adecuado a los mayores y nosotros iniciamos gestiones para que se realice una inspección.

—¿Qué tipo de casos atienden con más frecuencia?

—Ayudamos a hacer recursos, porque la Administración suele denegar cualquier petición de aumento en una pensión y tienes que hacer el recurso para que al final te lo den, o cuando tienen que devolverte un dinero por cuidar de tu mayor y te dicen que te van a dar 180 euros en vez de los 1.200 que te corresponden. Pero lo principal es el tema de las herencias. Hay mucho abandono por parte de los hijos hacia los padres, peleas que se han enquistado en el tiempo y a veces cuando intentamos hacer una mediación es difícil quitar ese veneno de tantos años. En Galicia tuvimos el año pasado 325 consultas relativas a herencias, mientras que por otro tipo de problemas estábamos en 1.643.

—¿Se quejan los mayores de la atención de las Administraciones?

—Sí, sobre todo en el tema de la cita previa. No se tiene en consideración a las personas mayores. Muchos desconocen cómo hacer trámites a través de internet, cuando a veces llaman a teléfonos en algunos ayuntamientos es casi imposible poder comunicar, cuando van de forma presencial para pedir una cita a veces no pueden hacerlo. Nosotros estamos reivindicando un cambio en la cita previa, debería haber una mayor sensibilización. Hay ayuntamientos que lo único que tienen para mayores de 65 años a la hora de que no tengan que esperar cola es justamente para la oficina de pagar impuestos. Y, por otra parte, los bancos, que siguen sin tener consideración de los mayores. Algunos ya les han quitado la cartilla, otros han vuelto a poner la cartilla después de haberla quitado, y luego porque les empujan a ir al cajero, con el peligro que eso conlleva, porque pueden ser víctimas de atracos y de robos. En ese sentido hay una indefensión tremenda.

—¿Son los mayores más vulnerables ante la delincuencia y ante la ciberdelincuencia?

—A ver, nosotros hemos hecho alguna campaña con el tema de acompañar a las personas mayores al cajero. Entendemos que simplemente con acompañarlos podemos disuadir al amigo de lo ajeno, porque ya no va a ser un objetivo esa persona. Esa sensibilización tiene que ser de todos, porque el mayor es el más vulnerable. Nosotros hemos dicho siempre que tendría que haber un ministerio del mayor como existe un Ministerio de la Infancia, porque la vulnerabilidad que tienen los mayores es exactamente igual que la de los niños. Vamos a un momento de indefensión como cuando somos niños y somos un objetivo muy claro.

—Algunas Administraciones han puesto atención preferente para los mayores, ¿qué más hay que hacer?

—Hay que ser conscientes de que ya no estamos en pandemia, entonces vamos a volver a como funcionaba antes y quitar la cita previa, sobre todo a personas mayores de 60 años. Yo no iría más allá de los 60, porque hay gente que desconoce las tecnologías, incluso mucha gente carece de ordenador. Tenemos entre todos, y sobre todo los funcionarios o las Administraciones, que atenderles de una forma especial.

—Esa brecha digital de la que habla acentúa también esa indefensión de los mayores.

—Sí, tenemos un segmento de la población que no sabe lo que son las nuevas tecnologías y por mucho que nos empeñemos nunca van a aprender a hacer cualquier gestión.

«Las Administraciones deberían dotar a las residencias de los recursos necesarios»

Entre las quejas que recibe la Oficina del Defensor del Mayor no faltan las que se refieren a los centros de atención.

—¿Reciben muchas quejas relativas a residencias o centros de día?

—De lo que más se quejan los usuarios es de la desigualdad que tenemos entre comunidades autónomas. De que en una comunidad tengamos un auxiliar por cada diez usuarios y en otras uno por cada catorce: la atención no es en absoluto la misma. Las Administraciones deberían ser un poco más serias y dotar a las residencias de los recursos necesarios. Otro problema es que muchos residentes en plenitud de facultades no pueden salir a dar una vuelta, y luego que te digan que a las 8 de la mañana te tienes que lavar sí o sí, a las 8.30 tienes que desayunar sí o sí, a la una comer sí o sí,... Pues es algo que yo no quiero.

—Debería haber más flexibilidad.

—Los centros de mayores llevan cincuenta años con la misma política de actividades y de entretenimiento, con algunos cambios, pero los futuros pensionistas no van a querer ese tipo de gestión, ellos van a solicitar algo que les guste, acorde a su época y a su crecimiento como persona. Ahora mismo, por ejemplo, ya no hay viajes del Imserso, o sea, tenemos siete millones de pensionistas y solo ha habido 990.000 plazas, ¿dónde están el resto de plazas?