Gonzalo Caballero: «En mi vida he tomado un cubata»

GALICIA

XOAN A. SOLER

El líder del PSOE en Galicia se confiesa como «un poco outsider», especialmente frente a sus asesores de imagen

17 dic 2019 . Actualizado a las 09:43 h.

 Gonzalo Caballero (Ponteareas, 1975), es un hombre aplicado que se sabe la lección y confía en que las cosas bien hechas salen bien. Hablamos en su despacho del partido, en Santiago donde quien aspira a ser el nuevo presidente de la Xunta calcula el efecto de todas las respuestas.

-Le queda menos de un año para afrontar el objetivo de las autonómicas, ¿preparado?

-Venimos de un 2019 con tres convocatorias electorales que a mí me han volcado plenamente. Hicimos los deberes con muy buena nota y estamos preparados para el examen final en el 2020. Con ganas y con fuerza.

-Esa terminología docente...

-Han sido muchos años.

-Supongo que no descarta volver a la Universidad.

-A mí me encanta la Universidad en la faceta docente e investigadora. Después de esta fase política, que no sé cuántos años durará, espero poder volver a algo que me resulta muy placentero y muy grato. Aunque mi tío Abel me ha dicho que la política me va a tener ocupado mucho tiempo y que las posibilidades de volver a la universidad son más pequeñas de lo que yo creo.

-Dicen que trabajar en la universidad rejuvenece.

-En mi caso se combina el contacto con los estudiantes, que es estimulante, con el sosiego y la satisfacción de la reflexión intelectual. El árbol de la ciencia da una enorme estabilidad y satisfacción intelectual si se es capaz de resistirlo. Porque tiene muchos costes.

-Aparentemente, la vida es de un profesor universitario parece cómoda.

-Es cómoda en muchas cuestiones, pero intelectualmente es dura.

-Yo diría que la política es mucho más absorbente.

-Es mucho más frenética y más veloz, mientras que la actividad académica es a más largo plazo. Por eso estoy muy satisfecho de mi actividad académica. Me da una solidez previa para nunca perder las luces del largo plazo a pesar de estar pendiente de las curvas con las que hay que enfrentarse inmediatamente.

-Igual ya empieza a echar de menos la vida universitaria...

-En clave personal era una vida más tranquila y placentera. Pero estoy en lo que estoy y me dedico con total convencimiento. Es mi compromiso con Galicia.

-En 30 años solo Laxe y Touriño han sido presidentes socialistas.

-Magníficos presidentes. Ahora toca un cambio de ciclo porque hay una Galicia emergente que no se resigna al control y agotamiento que Feijoo supone para este país. Veremos una nueva mayoría social y nuestro reto será gobernar, no solo los próximos cuatro años, sino conseguir mantener un gobierno progresista durante más de una legislatura.

-Pica alto.

-Hace año y medio muy pocos pensaban que Pedro Sánchez podía ser presidente del Gobierno y lo ha sido y lo será durante muchos más años.

-Pues ya podía ir acabando de negociar, ¿no?

-Todo el mundo quiere que haya Gobierno y el único posible es progresista y presidido por Pedro Sánchez.

-¿Se equivocó al convocar las segundas elecciones?

-Dio la oportunidad a los ciudadanos de volver a determinar las cartas de juego y optaron en grandes términos por un escenario similar al de abril.

-¿Siempre votó al PSOE?

-Siempre.

-Feijoo cuenta que una vez, de joven, votó al PSOE.

-Debería seguir haciéndolo. Y así permitir un gobierno socialista en España.

-Bajemos un escalón ¿Cómo era de pequeño?

-Muy lector y en el colegio muy aplicado.

-Puede presumir de notas

-He estudiado mucho en mi vida y las notas son el resultado de ese esfuerzo.

-Pero alguna travesura haría...

-No recuerdo ahora...

-Nunca le echaron de clase, claro.

-Me castigaron a ir un sábado al colegio por comer chicle en clase. En el bachillerato. Ja, ja. Por cierto, nunca fui capaz de hacer un globo con un chicle.

-Y luego sería muy exigente como profesor.

-Tenía muy buenos alumnos y las notas eran muy buenas.

-Ahora en Navidad, ¿tiene una cena familiar con su tío Abel?

-Desde que falleció mi abuela no hay una cita en la familia paterna.

-¿Qué le parecen las luces de Vigo?

-Muchas y estupendas. El alcalde de Vigo ha conseguido convertir las luces de Navidad en algo viral.

-¿Celta o Dépor?

-No soy futbolero, pero soy de Vigo y, por lo tanto, del Celta.

-¿Practica algún tipo de deporte, lo practicó...?

-Ahora no tengo tiempo ni para hacer deporte. Antes cumplía con una visita semanal al gimnasio. Ahora salgo de casa a primera hora y vuelvo de madrugada todos los días, 363 días al año. 

-Está casado y tiene hijos.

-Sí, uno de 8 y otro de 3.

-Lo digo porque es un lugar común entre los políticos arrepentirse del tiempo hurtado a la familia.

-Yo empiezo a sentirlo.

-¿Y le queda algo de tiempo para alguna afición?

-Me gusta leer mucho y estar con los amigos.

-Me da la impresión de que lee para trabajar.

-Sí, especialmente ensayo. Me apasiona conocer la realidad del mundo y la condición del ser humano.

-¿Sabría hacer una tortilla de patatas?

-Mejor la francesa que la de patatas., ja, ja.

-¿Disfruta de una buena comida?

-Yo como para vivir. Y tampoco bebo alcohol.

-¿En serio?

-En mi vida he bebido un cubata. Ni un sorbo de güisqui. Ni un pitillo.

-No sé si eso le hará ganar votos.

-Igual no, pero hay que decir la verdad.

-Defínase en pocas palabras.

-[Silencio y reflexión] Le voy a dar algunas ideas: compromiso social, autenticidad, vocación académica... y también soy un poco outsider.

-Nunca le he visto de traje.

-Llevaba mucho tiempo usando muy poco traje pero desde que me incorporé a la vida parlamentaria sí lo uso.

-¿Está cómodo en el traje?

-Soy un poco friolero y los trajes de ahora abrigan poco. La verdad es que no soy muy disciplinado en las recomendaciones que me dan quienes me asesoran la imagen. Siento bastante presión diaria para perfeccionar mi imagen, pero soy como soy. Forma parte de mi autenticidad.

-¿Se compra usted la ropa?

-Normalmente sí. Prefiero ir solo para no tener que discutir con nadie. Con los trajes me ayuda mi mujer.

-¿Baila algo?

-Cada vez menos, pero me gusta. Eso sí, si me voy de fiesta, me quedo hasta el final.

-Dígame una canción.

-Imagine, de John Lennon.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-Ser feliz. Pero, a la vez, creo que es muy importante cumplir con lo que uno cree que debe hacer.