Revitalizar la ciudad

Luciano G. Alfaya

GALICIA

04 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La rehabilitación de viviendas es siempre positiva. Evita que la ciudad se siga expandiendo, permite mejorar la calidad de vida de los residentes y genera mayor dinamismo económico. Pero no hay que olvidar los riesgos: expulsión de residentes, pérdida de identidad y tematización.

Siendo conscientes de esos riesgos, es innegable la necesidad de estimular medidas de apoyo para la rehabilitación. Por un lado, la implantación de nuevos modelos de movilidad y de fomento del transporte público posibilitan el retorno al centro de la ciudad. Por otro, la rehabilitación contribuye a dignificar la vivienda de una importante parte de los y las residentes en los centros históricos, con una media de edad elevada y un poder adquisitivo reducido. Además, estos proyectos pueden ser una oportunidad para explorar nuevas alternativas residenciales, asumiendo que las formas de habitar han mudado en los últimos años. Todo ello, garantizando la complejidad inherente a la vida urbana, permite una mayor dinamización económica, tanto por la implantación de nuevas actividades como por el crecimiento de la actividad turística que suele llevar asociado.

Sin embargo, son muchos los riesgos que acompañan a los procesos de rehabilitación. Suele ser difícil la convivencia de iniciativas públicas e intereses privados, lo que, con frecuencia, conlleva la exclusión y expulsión de residentes de bajo poder adquisitivo, además de una pérdida irreparable de la identidad urbana. Lo primero puede observarse en el incremento de viviendas en propiedad frente al alquiler. Lo segundo, en el interés por introducir grandes superficies en cascos históricos, distorsionando el parcelario y generando problemas adicionales de suministro y transporte.

En un mundo tan globalizado, preservar la identidad, la memoria y la complejidad de los centros históricos con la rehabilitación de viviendas semeja el único modo de revitalizar la ciudad.

Luciano G. Alfaya es arquitecto del estudio MMASA y profesor de Urbanismo de USJ-Cesuga