Raquel Murillo: «El aumento de las reclamaciones sanitarias eleva la medicina defensiva»

E. Á. SANTIAGO

GALICIA

cedida

La directora general adjunta de A.M.A. afirma que la judicialización de la sanidad puede provocar que los médicos abandonen algunas especialidades

06 abr 2019 . Actualizado a las 14:30 h.

Fianzas de casi cuatro millones de euros a un obstetra y una matrona. Raquel Murillo, directora general adjunta de A.M.A., la mutua de los profesionales sanitarios, asegura que la judicialización de la salud está provocando un aumento de la medicina defensiva, más cara y perjudicial para el paciente.

-¿Están hoy en día los médicos «vendidos» por la excesiva judicialización de la medicina?

-El incremento de las reclamaciones a los sanitarios y, en especial, a los médicos es algo incuestionable, y lógicamente tiene consecuencias directas en el desempeño de la práctica profesional y en la seguridad del paciente: se ha incrementado la llamada medicina defensiva. Tras una reclamación, el médico soporta un sufrimiento desalentador en lo personal y, por supuesto, en lo profesional que le lleva en lo sucesivo, en la mayoría de los casos, a realizar su trabajo con muchas más cautelas.

-¿Cuáles son las especialidades que más llegan a los juzgados? 

-Las especialidades más reclamadas, sin lugar a dudas, son ginecología y obstetricia, seguida por cirugía plástica, estética y reparadora. Luego, a cierta distancia, figuran también como muy reclamadas: neurocirugía y cirugía ortopédica y traumatológica.

-¿Es necesario que se establezca un baremo, como ocurre con tráfico, para cuantificar las indemnizaciones que debe recibir un paciente tras una sentencia?

-Efectivamente es necesaria la puesta en marcha de un baremo sanitario específico. Desde A.M.A. llevamos años luchando por su implantación, que permitiría al profesional sanitario trabajar con la debida tranquilidad y contar con las garantías necesarias en el ejercicio de su profesión. Hay que tener en cuenta que, aparte de otras cuestiones, el actual baremo está pensado para valorar lesiones sufridas como consecuencia de accidentes de tráfico por personas habitualmente sanas, donde la preexistencia de las lesiones es algo excepcional. Sin embargo, en el caso de la responsabilidad civil médica, el paciente ya parte de un estado patológico previo, que debe ser tenido en cuenta a la hora de valorar las lesiones.

-¿Se está produciendo una escalada no solo en el número de reclamaciones sino en las indemnizaciones que fijan los juzgados?

-Así es. Crecen exponencialmente las reclamaciones penales y civiles, y también las fianzas y las indemnizaciones. Las causas habría que buscarlas, entre otros factores, en la mayor exigencia legislativa; en el cambio en la relación y comunicación entre el profesional y el paciente; en el creciente nivel cultural del enfermo y su entorno; o en la mayor información sobre salud proporcionada por los medios de comunicación y las redes sociales en relación con la atención médica. Pero sobre todo hemos comprobado que, desde principios de 2016, tras la aplicación del "baremo de tráfico" en el ámbito sanitario, se ha producido un incremento considerable de las indemnizaciones. Como ejemplo, hemos conocido recientemente el caso de un obstetra y de una matrona para los que se ha solicitado una fianza de casi 4 millones de euros.

-¿Cuál es la situación de España en relación a otros países? ¿Es similar el aumento de los juicios y las cuantías en otros países del entorno o es un fenómeno exclusivo de España?

-Es un fenómeno general, que afecta a todos los países desarrollados prácticamente por igual. En Reino Unido, por ejemplo, las indemnizaciones son todavía más elevadas que en España. Es una tendencia que cada vez nos lleva a parecernos más a lo que ocurre con este tema en EE.UU.

-¿Es más cara para el sistema y perjudicial para el paciente esta medicina defensiva?

-Sin duda. La práctica ‘defensiva’ lleva en muchos casos a la realización de pruebas y exámenes clínicos innecesarios y sin verdadero valor para el tratamiento de las enfermedades de los pacientes.

-¿Este aumento en las reclamaciones está provocando una subida importante de los seguros que deben tener los facultativos? 

-Depende de cada compañía. En A.M.A. no se han incrementado las tarifas de las pólizas desde hace años porque hemos logrado mantener una política estable y ajustada en función de la siniestralidad, dada nuestra experiencia de más de 25 años gestionando este producto. Lo que sí recomendamos, después de la entrada en vigor de este baremo, es que los profesionales estudien bien sus necesidades reales; pedimos a nuestros mutualistas que ajusten bien los capitales al riesgo ejercido para poder proteger su patrimonio y además que contraten las coberturas necesarias, porque en estas circunstancias es importante que los médicos no solo cuenten con el respaldo económico de un seguro de responsabilidad civil profesional, sino con coberturas que den un respaldo moral, económico y profesional. Nuestras pólizas, por ejemplo, cubren las indemnizaciones a terceros. También garantizan la protección del patrimonio, una buena defensa jurídica y la prestación de fianzas a las que se tuviera que hacer frente. Y, en caso de condena penal, cubriríamos un subsidio por inhabilitación profesional. También incluyen garantías frente a reclamaciones por protección de datos o la posibilidad de preservar la imagen profesional en Internet. Es lo que supone una solución integral para los profesionales sanitarios. Otra cosa es el problema que se están encontrando varios servicios públicos de salud que, como consecuencia de las altas indemnizaciones que impone la Justicia y de los estrechos márgenes que genera este negocio, no encuentran compañías aseguradoras que cubran los riesgos derivados de la actividad de los sus trabajadores sanitarios. Y por tanto algunos concursos públicos se están quedando desiertos.

-¿Hay especialidades o prácticas médicas que pierden profesionales ante el aumento de las reclamaciones sanitarias?

-Es innegable que la vocación profesional se ve afectada en algunos procesos y no descartamos que en un futuro esto pueda llegar a pasar. No solo el abandono de la especialidad sino prescindir de técnicas de más riesgo. He vivido casos en los que tras la reclamación se han producido estas situaciones y así me lo han trasladado los profesionales.