Sito Miñanco, «estanquero» en Amberes

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

J L. ABALO

La vida laboral del arousano en Bélgica que expone su abogado contrasta con la que llevaba en Galicia

16 abr 2021 . Actualizado a las 00:41 h.

El regreso de Sito Miñanco al banquillo de los acusados sacó a la luz una etapa de su vida (1987-1992) que desmontaría décadas de investigaciones policiales y judiciales. Además de una condena de 20 años de cárcel por tráfico de cocaína firmada en 1993 por la Audiencia Nacional y ratificada por el Tribunal Supremo (1994) y el Constitucional (2000). El novedoso relato del abogado de José Ramón Prado Bugallo, Gonzalo Boye, sostiene que el arousano residió en Amberes, donde dirigió la empresa legal de distribución de tabaco Melina Trading entre 1987 y 1992, y que tributaba ya en el país flamenco desde 1986. El propio Sito Miñanco, durante el juicio por blanqueo de 10 millones de euros del narcotráfico, expuso a preguntas de la Fiscalía que durante ese período dirigía una sociedad en dicha ciudad, pero sin concretar demasiado.

La documentación aportada el jueves, en la primera jornada del juicio, evidencia que Melina Trading era una mina de oro. Miñanco se dio de alta en la Seguridad Social belga el 15 de julio de 1986 y ese mismo año cerró el ejercicio con un activo total de 8,5 millones de francos suizos (al cambio actual son 7,5 de euros). Al año siguiente, ascendió a 10,3 millones de francos suizos (9,1 de euros). Pero la incorporación (1987) de Miñanco al mundo laboral belga solo se entiende analizando los antecedentes del arousano en su ría natal. En diciembre de 1983 fue detenido en el primer macroproceso contra los contrabandistas de tabaco e ingresó en prisión provisional hasta junio de 1984. La causa, archivada al entrar España en el Mercado Común Europeo, elevó a 15.000 millones de pesetas el dinero que tres grupos mafiosos lograron evadir, uno de ellos coliderado por Miñanco.

La residencia de Prado Bugallo en Amberes coincidió con otros episodios públicos de su vida ocurridos en Cambados, O Salnés, Pontevedra o Madrid. Basta decir que el mismo año que Miñanco, según su abogado, se instaló en la ciudad flamenca ocupaba a la vez la presidencia del Club Juventud Cambados. Aquello temporada (1987-1988), de regreso a Tercera División, las crónicas estivales de fichajes de La Voz ya anunciaban fichas elevadísimas que, según el mismo presidente, obligaban a «ascender sí o sí». En el verano de 1988, además de seguir intentando el ascenso a Segunda B con nuevos y costosos fichajes, el cambadés constituyó en Galicia la sociedad Jolva, que concentra buena parte de la investigación que se juzga. Ocurrió el 4 de agosto gracias a la unión de fuerzas de la inmobiliaria San Saturnino, de Cambados y representada por Miñanco, y José Alberto Aguín Magdalena S. L., a la que da nombre otro de los acusados.

La gran temporada

La recordada temporada de fútbol 1988-1989, que muchos vecinos de Cambados aseguran que fue seguida de cerca por Miñanco jornada a jornada, acabó en primavera con el ascenso a Segunda B. Mientras, según Boye, el arousano seguía residiendo y cotizando en Amberes. A mayores, el 8 de mayo, el Concello de Cambados, con sus responsables al frente, reconoció con una condecoración la gesta deportiva del equipo sin hacer demasiadas preguntas y señalando a Miñanco como el principal responsable de una gestión brillante.

La presión policial que Miñanco ya empezaba a sentir a la vuelta de cada esquina, así como el descontrol cada vez mayor que existía en la ría con la entrada de coca y hachís, obligó a Prado Bugallo a dejar la presidencia, pero no el protagonismo. El equipo se presentó en A Merced el día del Apóstol de 1989 con gran expectación en la grada. Miñanco, publicó La Voz, no se privó de arengar a sus jugadores en el vestuario: «Me marcho con mucha pena. Quería terminar mi mandato al frente del club y presentarme luego a la reelección, pero las informaciones de ciertos medios de comunicación que tratan de involucrar a mi familia, al equipo y al pueblo de Cambados han colmado mi paciencia». La alocución del exdirigente a los que fueron sus fichajes tampoco invita a pensar que tuviera entonces su residencia en Bélgica.

Pocos meses después ya era objetivo policial por su presunta participación en una organización que, según el juez Baltasar Garzón, metió 2.000 kilos de coca solo en cuatro meses. Su detención llegó en enero de 1991 (pieza separada de la operación Nécora) y la condena de 20 años de cárcel posterior confirmó que dicha organización operaba principalmente desde Galicia, sin mencionar que su líder residiese, aunque fuera por temporadas, en Bélgica. Por lo que sí figuró en el sumario el país bajo en general, y Amberes en particular, fue por el desmantelamiento de la empresa (de Miñanco) Thalassa Repairs and Trading, acusada de blanquear dinero del narcotráfico (con tres firmas más en Panamá) mediante otra sociedad fantasma y de facilitar barcos para transportar mercancía al centro de Europa.