Beiras reprocha a Iglesias que culpe al secesionismo de despertar al fascismo

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Cree que sería como afirmar que «as mulleres maltratadas despertan o machismo»

05 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vaivenes de Podemos en torno al proceso catalán le están restado apoyos a Pablo Iglesias incluso entre sus viejos amigos. Si en su día la relación personal entre el líder podemita y el veterano nacionalista gallego Xosé Manuel Beiras favoreció las alianzas del partido morado con las mareas municipales primero, y después con En Marea, ahora la apuesta clara de Anova, la formación fundada por Beiras, a favor de los independentistas catalanes, está agrietando esa sintonía, y el líder nacionalista no lo disimula en las redes sociales. En la presentación del programa electoral de Catalunya en Comú, Iglesias culpó a los secesionistas de haber despertado, «quizás sin querer, o tal vez buscándolo», el «fantasma del fascismo». Y ayer, Beiras le respondió con un tuit en el que descalificaba las palabras del líder morado: «Dicir que os independentistas cataláns ‘despertan a pantasma do fascismo español’ equivale a dicir que as mulleres maltratadas ‘despertan o machismo’ ou os negros ‘despertan o racismo’, non si?».

El mensaje en las redes sociales es un paso más en el distanciamiento que el conflicto catalán está provocando en Galicia entre la dirección de Anova, que se manifiesta claramente a favor de los partidos independentistas, y Podemos, que defiende el derecho a decidir pero sin apoyar el secesionismo, lo que ha dado lugar a la ruptura del partido en Cataluña con la renuncia de su secretario autonómico Albano Dante Fachin. De hecho, si hace poco más de un año los invitados preferentes de Beiras a cualquier acto político eran las cabezas visibles de Podemos, y sobre todo Pablo Iglesias, ahora Anova busca las alianzas de la CUP y la exdiputada catalana Anna Gabriel suele ocupar un asiento a la vera de Beiras.

Alianzas en la cuerda floja

De poco ha servido que este fin de semana el coordinador nacional de Anova, Antón Sánchez, haya tratado de calmar las aguas reafirmando su apuesta por las alianzas municipales -imprescindibles para mantener los gobiernos de A Coruña, Santiago y Ferrol-, porque la brecha se agranda con cada declaración pública y va a ser muy difícil revalidar el diseño de las confluencias cuando lleguen los comicios autonómicos gallegos, como ya se vio en dos ocasiones en las que los parlamentarios de En Marea rompieron la disciplina de voto en el Parlamento de Galicia, divididos por la cuestión territorial.

La sintonía entre Anova y la CUP dio lugar a que no fuese solo Beiras el que descalificase las críticas de Pablo Iglesias a los secesionistas. También lo hizo la CUP, en boca de su cabeza de lista para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. Carles Riera dijo que esa «equidistancia» de la que hacen gala Podemos y los comunes son las que dan «oxígeno» al fascismo y, por el contrario, aseguró que son los independentistas los que le están plantado cara «para echarlo del país».

Para Iglesias, el soberanismo ha fracasado «al prometer algo que ellos sabían que era mentira», unas declaraciones que molestaron a los independentistas y que llevaron a Riera a pedirle a Iglesias y a sus aliados en la formación Catalunya en Comú «que ayuden a construir la república ahora y aquí, ya que es la mejor manera de luchar contra el fascismo». A su entender, «quien ha promovido activamente el auge del fascismo son Aznar, Rajoy, la Fiscalía y la Conferencia Episcopal»

Enmendándole la plana a Iglesias, el candidato de la CUP cree que «el franquismo es una realidad profundamente viva» en España, e insistió en el manido argumento de los secesionistas de que la Transición «fue una reforma y no una ruptura», una idea reiterada que de nuevo une a los radicales de izquierda catalanes con los independentistas gallegos, que abogan por erradicar el régimen del 78 y que han devuelto protagonismo a Beiras como ideólogo de esta tesis que hizo suya una parte de Anova, con su dirección a la cabeza.