La ley sobre el traspaso de la AP-9 a Galicia no se debatirá en el Congreso antes de dos años
GALICIA
El texto sale adelante con discrepancias de fondo sobre los diputados que irán a defenderlo en Madrid
10 may 2017 . Actualizado a las 00:09 h.El Parlamento gallego hizo ayer todo lo que estaba en su mano para pedir el traspaso de la AP-9 a Galicia, al aprobar por unanimidad un texto normativo con el fin de regular las condiciones de la transferencia de dicha autopista. Pero ahora queda lo más difícil. Hay que aguardar a que la Mesa del Congreso de los Diputados levante sus cautelas y acceda a tramitar la proposición de ley gallega poniéndole fecha al correspondiente debate, algo que no ocurrirá, como mínimo, antes de dos años, según estiman las fuentes consultadas.
Hay precedentes con otras leyes que apuntan a esa dilación de plazos. Ocurrió, por ejemplo, con la reclamación del traspaso de las competencias de Tráfico. Los grupos gallegos, con Touriño al frente de la Xunta, lograron un pacto en diciembre del 2007 para remitir un proyecto de ley orgánica a Madrid, pero el Congreso acabó sustanciando el debate casi tres años más tarde, en septiembre del 2010, cuando el PP y el PSOE ya se habían descolgado de la petición que abanderó en su día el BNG.
Otro precedente fue el de la reforma del voto emigrante. Se pidió desde Galicia en julio del año 2008, pero se fijó el debate en la carrera de San Jerónimo en el 2011. El PP y el PSOE ya habían pactado y aprobado una reforma exprés de las condiciones de voto de los emigrantes, que convirtió el proyecto de ley gallega en papel mojado.
Con el traspaso de la AP-9 no cabe esperar ahora que ocurra algo muy diferente. Si acaso, que se demore un poco más que las iniciativas antes citadas, ya que la lista de espera que tiene la Cámara baja para tramitar iniciativas legislativas de origen autonómico es ahora un poco más amplia que la de entonces, por mor de la parálisis legislativa que se produjo durante buena parte de los años 2015 y 2016 por las convocatorias electorales. Así que no es descartable que el proyecto se quede guardado en un cajón durante toda la legislatura.
Aprobada por unanimidad
No obstante, el Parlamento gallego cumplió ayer su parte del trabajo al aprobar por unanimidad una proposición de ley promovida con la firma de todos los diputados. De este modo, las fuerzas políticas mantuvieron el consenso en torno a un texto que es heredero de otro impulsado por el BNG hace algo más de un año para reclamar el traspaso de la AP-9 e influir en la política de peajes.
La iniciativa nacionalista llegó al Congreso, avalada por toda la Cámara gallega, pero se encontró con el veto del Gobierno central a su tramitación por entender que llevaba aparejados compromisos financieros que ponían en riesgo la estabilidad presupuestaria del país. Fue entonces cuando desde Galicia se decidió corregir el tiro, rehacer el texto y depurar cualquier aspecto que pudiera suscitar reservas en Madrid.
El texto reformulado conserva el consenso que mantuvo el anterior, aunque afloraron las discrepancias a la hora de elegir a las tres personas que deberán viajar a Madrid, cuando toque, para defender la proposición de ley. Los grupos decidieron repartir estos puestos entre los tres grupos con mayor representación (PP, En Marea y PSdeG), de tal forma que el BNG quedó excluido de la delegación.
«Asistimos a unha pinza entre o PP, PSOE e En Marea para excluír ao BNG», denunció la portavoz nacionalista, Ana Pontón, si bien las demás fuerzas vieron su «vitimismo» fuera de lugar, mientras el popular Martín Fernández Prado le espetó a Pontón que «o único veto que houbo é o dos cidadáns ao seu grupo», al mermar el respaldo electoral al BNG.