No comulgar con ruedas de molino

Xosé C. Fernández OPINIÓN

GALICIA

29 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El ADIF sigue con la cantinela de que el AVE llegará a Galicia en el 2018 con lo que le está haciendo flaco favor al ministro/a de Fomento que tome posesión la próxima semana, pues será de las primeras cosas que tendrá que rectificar. Si se adecúan los 14 kilómetros de línea actual entre Taboadela y Ourense con instalación de tercer carril, sigue siendo necesario llegar a Taboadela desde Zamora (213 kilómetros) al menos con una vía de ancho europeo, para lo que todavía falta: completar los 112 kilómetros de plataforma entre Zamora y Pedralba, donde falta finalizar túneles y viaductos, montar 270 kilómetros de carril tras tender 360.000 metros cúbicos de balasto y asentar 220.000 traviesas, electrificar la línea e instalar los sistemas de seguridad.

Para que un AVE llegue a Taboadela en el 2018, sería necesario haber finalizado en el 2017 los 101 kilómetros de trazado, 68 en 31 túneles que están a medio hacer, 33 viaductos (muchos sin empezar) y disponer de la plataforma para construir 55 kilómetros de vía en placa en túneles y ejecutar las instalaciones de control y seguridad. Aun entonces la línea no dispondrá de energía, ya que ni la línea eléctrica ni la subestación proyectadas disponen de plácet medioambiental en la actualidad. Ya en Ourense, los AVEs no podrían llegar a las ciudades gallegas, pues solo cuentan con ancho ibérico. ¿Surrealista? No, un simple engaño. Si no, que hagan público el plan de obras con su previsión presupuestaria.