Así hay que circular en una glorieta

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Cómo trazar correctamente las rotondas
Ayerra / Alexia

Muchos conductores no saben cómo hay que afrontar las rotondas, que carecen de una regulación específica

07 abr 2016 . Actualizado a las 16:23 h.

¿Cómo se circula por una glorieta? ¿Quién tiene preferencia? ¿Por qué carril hay que abandonarla? No hay una regulación específica en la normativa de tráfico sobre la circulación en las glorietas o rotondas, técnicamente definidas como «un tipo especial de intersección caracterizado por que los tramos que en él confluyen se comunican a través de un anillo en el que se establece una circulación rotatoria alrededor de una isleta central». Falta esa regulación, pero sí hay tres principios básicos que dan respuesta a las preguntas planteadas al comienzo del texto. El primero, que quien va a entrar en una rotonda tiene que ceder el paso a los que se encuentran ya en ella. El segundo, que una vez dentro, el vehículo que circula por el carril derecho tiene preferencia, como en cualquier otra vía. Y tercero, que para abandonar la glorieta hay que situarse previamente en el carril derecho porque es el exterior, por el que se debe salir de la intersección.

Con esos tres conceptos claros no debería haber confusiones, explica Manuel Maceiras, profesor de formación vial y reconocido experto. «Cuando van a entrar en una glorieta, a mis alumnos les digo que cojan el carril que quieran, pero que sí van a abandonarla en la primera o la segunda salida elijan siempre el derecho, el exterior. Y si no están seguros, les recomiendo que den toda la vuelta, por cualquiera de los carriles, pero que tengan claro que siempre tienen que salir desde el derecho», aclara Maceiras, quien reconoce que las rotondas siempre son motivo de confusión y de discusión. A su juicio, esas dudas de muchos conductores se deben a esa falta de la regulación específica sobre cómo circular en una glorieta, y explica que él mismo toma muchas precauciones cuando conduce por una de esos anillos: «Procuro circular por el carril exterior y señalizar con suficiente antelación las maniobras, porque muchos conductores creen que al ir por la derecha tengo que abandonarla en la primera salida. Y no es así. Puedo seguir girando por la rotonda hasta encontrar mi desvío».

Esa falta de una normativa específica para circular por una glorieta ha llevado a algunos municipios a diseñar la circulación en sus propias rotondas. Es el caso de la ciudad de A Coruña, donde hay glorietas que permiten abandonar el anillo directamente desde el carril izquierdo, al contrario de lo que es regla básica en el 95 % de las glorietas de España. Sin embargo, ese sistema no es ilegal porque hay una señalización y unas marcas viales que indican el camino a seguir por los vehículos.

La turborrotonda

Otro caso singular se da en Vigo, con las novedosas turborrotondas que han surgido en varias ciudades como medio para agilizar la circulación urbana. Unas líneas continuas en el asfalto encauzan el tráfico y en teoría facilitan las cosas porque los conductores tienen menos complicaciones a la hora de elegir el carril una vez que se encuentran dentro de la intersección. Puede ser pronto para valorar la eficacia de esa nueva fórmula de anillo circular, pero un reciente trabajo de V Televisión dejó ver que decenas de automovilistas atraviesan sin ningún control las líneas continuas para cambiar de carril, con lo que infringen gravemente las normas de tráfico.

«El modelo de glorietas y cómo hay que circular por ellas debería estar regulado para evitar confusiones», afirma David Llorente, jefe provincial de Tráfico en Ourense. De todas formas, Llorente cree que «circular por una glorieta es más fácil de lo que parece. Hay que seguir la regla básica de dar la preferencia al que circula por la derecha, por el carril exterior». El representante de la DGT en la provincia de Ourense está convencido además de que cada vez hay menos problemas al circular por las rotondas porque la mayoría de los conductores conocen las reglas básicas.