Los barones del PSdeG frenan las tensiones internas por el 20D, pero volverán con el debate sobre los senadores autonómicos
15 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Tiene un serio problema el PSdeG porque desde que fue apeado del Gobierno gallego, y de eso hace casi siete años, lo persigue el lío intermitente. Cuitas orgánicas, vetos y peleas por las sillas narradas en directo. Besteiro llegó a la secretaría xeral en el 2013 con planes para restablecer la unidad interna, pero el PSOE es polifónico y eso nunca se logra del todo. La imputación judicial de Besteiro agravó las cosas, pues convirtió su mejor baza para pelear por la Xunta en un antílope herido que despierta el interés de los depredadores.
Y en eso andan algunos en el PSdeG desde el mes de julio: tomando posiciones, cotejando otros perfiles y acechando al antílope a la espera de que caiga rendido. Al menos era así hasta el jueves pasado, en que los dirigentes del PSdeG que acumulan más poder institucional en Galicia, desde los alcaldes de Vigo y Lugo hasta el presidente de la Fegamp y los de las diputaciones provinciales, saltaron a la palestra y mandaron parar.
Esta ola de adhesiones a Besteiro desplazó de escena las voces críticas e impuso una tregua de facto en el partido con el fin de afrontar sin distracciones las elecciones generales. ¿Pero cuánto durará la tregua? Pues si continúa la situación judicial del secretario xeral, probablemente no dure mucho más allá de la cita del 20D y de conocer los resultados electorales. Es en realidad una tregua de cartón que se romperá cuando se abran los procesos ordinarios del 2016, en los que se renovarán las direcciones federal y gallega del PSOE, así como se elegirá al candidato socialista a la presidencia de la Xunta.
La baza del Senado
Pero con la dilación que está acumulando la instrucción del caso Garañón, en el que está imputado el líder del PSdeG, es difícil pensar que su situación se pueda resolver de manera inminente para intentar convertirse en el candidato a la Xunta. Tiene, no obstante, una salida que empiezan a invocar en el partido, que consiste en mudar la situación política de Besteiro con su salto a la Cámara Alta como senador por designación autonómica, lo que a su vez le provocaría que el asunto por el que lo investiga la jueza Pilar de Lara mudara de manos y recayera en el Tribunal Supremo, que tendría que valorar la pieza separada que le hagan llegar desde Lugo y decidir en base a ello si vuelve o no a imputar a Besteiro.
Por tanto, solo la vuelta a los planes iniciales, que pasaban por conseguir el pasaporte para el Senado, le permitiría a Besteiro desembarazarse de la imputación, al menos provisionalmente.
La designación de los tres senadores autonómicos no tiene fecha, pero es algo que tiene que abordar el Parlamento gallego tras el 20D, y el primer pleno disponible es el que tendrá lugar dos días después. El nombre de Besteiro es posible que salte a la palestra. Y si no, incluso quienes lo apoyan tendrán que valorar sucesores.