¿Un duelo Caballero-Pastor para el 2016?

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

La dirección nacional del PSOE constata que el futuro de los socialistas gallegos pasará por el alcalde de Vigo, mientras que la ministra aparece como una fuerte oponente

21 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La elección de Abel Caballero como nuevo presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha venido a confirmar, para quien no se hubiera enterado todavía, que el alcalde de Vigo es la gran apuesta de la dirección nacional del PSOE para el futuro del PSdeG. Aunque la designación para el cargo de quien era hasta ahora el vicepresidente de esa misma institución puede parecer algo que resultaba obvio, y más si se tiene en cuenta el extraordinario resultado de Caballero en las pasadas elecciones municipales, lo cierto es que esa decisión no ha sido tan sencilla. 

En el PP son perfectamente conscientes de que el futuro del socialismo gallego pasa por Caballero. Y de que, con un Besteiro en horas bajas y un horizonte más que complicado, el alcalde vigués hará y deshará a su antojo entre los socialistas, porque no hay ahora mismo una figura que pueda hacerle sombra, ni un candidato mejor para tratar de presidir la Xunta en el 2016. La única duda es si lo hará de forma indirecta, situando a uno de los suyos al frente del PSdeG, o si dará el paso de asumir personalmente el mando. Y, por eso, los populares han apostado muy fuerte en los últimos meses para tratar de impedir que Pedro Sánchez le diera su aval para la FEMP, ofreciendo a la dirección del PSOE pactar una alternativa, en una estrategia en la que han participado miembros del PP de Galicia. De hecho, las fuentes de los populares gallegos y de Génova consultadas por La Voz antes del verano daban por hecho que el PSOE presidiría la FEMP, pero aseguraban que Caballero no sería finalmente el candidato de los socialistas. Insinuaban estas fuentes que a Sánchez no le interesaba encumbrar a Caballero por ser una persona difícil de controlar desde Madrid, y que el PP estaba dispuesto a ofrecer todo su apoyo a cualquier otro candidato socialista. Se equivocaron de pleno, y eso se va a traducir en que la FEMP va a dejar de ser la isla de consenso entre el PP y el PSOE en la que se había convertido en los últimos años.

Otros populares, sin embargo, parecen tener claro desde hace tiempo que, con más o menos ganas, Caballero es el hombre fuerte del PSOE en Madrid.  

El pasado 22 de julio, por ejemplo, el alcalde de Vigo visitaba a la ministra de Fomento, Ana Pastor, en una cita en la que muchos  auguraban que saltarían chispas. Y, sin embargo, al término de esa reunión ambos mantuvieron una actitud versallesca en la que se pusieron de acuerdo en todo, rivalizaron en potenciar el futuro de Vigo y se elogiaron mutuamente, hasta el punto de que Caballero alabó reiteradamente la «sensibilidad» y la «capacidad de resolver» de Pastor. Además de frotarnos los ojos, los que allí estuvimos quisimos ver en ese maquiavélico duelo en el que ninguno quería dar un paso en falso el preludio de otro enfrentamiento de mucho más calado que puede darse en el futuro. Porque si Abel Caballero es el más que probable aspirante del PSdeG a la Xunta, Pastor es para muchos la única que podría sustituir a Feijoo con ciertas garantías si, como parece, el líder del PPdeG termina dando el salto a Madrid. Sería, desde luego, un reto más equilibrado para la Xunta que el de los últimos años. 

Rajoy teme una nueva crisis de liderazgo en el PP catalán

El PP da por hecho que sus resultados en Cataluña serán malos. Y que, por más que sea esperado, ese mal resultado a apenas dos meses de las generales va a pesar como una losa, porque muchos querrán presentarlo como el preludio del fracaso de Rajoy en diciembre. El único reto es ahora mismo tratar de salvar los muebles, de modo que la distancia entre los escaños que obtenga García-Albiol y los que consiguió Alicia Sánchez Camacho en los anteriores comicios sea la menor posible. Porque, si malo es para Rajoy darse un batacazo en Cataluña, mucho peor sería que en medio del caos independentista y con las generales a la vuelta de la esquina se le abriera la enésima crisis de liderazgo en el PP catalán.

Ada Colau da la espalda a Podemos e irrita a Iglesias

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pasado de ser la gran alianza de Podemos en cuyo éxito pretendía apoyarse Pablo Iglesias para dar el gran salto en las elecciones generales, a convertirse en un serio problema para este partido. La decisión de Colau de no participar en absoluto en la campaña de las elecciones catalanas y de no dar por tanto su apoyo público a la lista de Catalunya sí que es Pot ha dejado claro que la alcaldesa juega sus propias cartas. Pero, sobre todo, ha irritado profundamente a la dirección de Podemos, que ve cómo le da la espalda una regidora con la que se volcó en las pasadas municipales. Algo que puede ser el preludio de lo que le ocurra en Galicia con los alcaldes de la marea.

Madrid aguarda expectante el paso de Beiras al Congreso

Las direcciones nacionales del PP y del PSOE observan con interés la batalla que se está desarrollando en Galicia para tratar de obligar a Podemos a ceder ante Xosé Manuel Beiras, dándole el liderazgo y el protagonismo en una hipotética lista de confluencia entre Anova, Podemos, EU y las mareas, en la que podría acabar integrándose incluso el BNG. Los más taimados analistas de los dos grandes partidos consideran que la presencia de Xosé Manuel Beiras en el Congreso acabaría complicando mucho la vida a Iglesias. Y que, dando por hecho que el histórico dirigente nacionalista repetiría los incidentes protagonizados en la Cámara gallega, esta sería la mejor manera de desacreditar a Podemos por radical.