Mucho más que servicios privados

Á. Paniagua, s. lorenzo, D. cela VIGO, SANTIAGO, LUGO / LA VOZ

GALICIA

El coste del clínico de Santiago se duplicó según lo previsto. El hospital Lucus Augusti costó 182 millones de euros
El coste del clínico de Santiago se duplicó según lo previsto. El hospital Lucus Augusti costó 182 millones de euros M. F. | Ó. C.

Los hospitales gallegos tienen externalizadas varias funciones, pero en el caso de Vigo quedan 20 años para una sola empresa, la dueña del edificio

05 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los servicios externalizados no son una novedad en los hospitales gallegos. No hay ninguno en el que la limpieza la ejecute personal con plaza estatutaria en el Servizo Galego de Saúde y la cocina, la lavandería o el mantenimiento de personal del Sergas empiezan a ser rarezas. El modelo del nuevo hospital de Vigo sigue esa línea que comenzó en los años 80 y deja en manos privadas todos los servicios no clínicos. Son doce, en concreto, que incluyen la seguridad, la gestión energética o la jardinería. Este modelo da un paso más, porque todos los servicios quedan en manos de una única empresa. Y otro paso más: entrega a esa misma empresa los servicios no clínicos de los otros hospitales de Vigo, el Meixoeiro, el Nicolás Peña y el anexo del Xeral, que funcionará como centro de salud.

El contrato permite a la concesionaria explotar otros servicios de pago: una guardería para el personal, máquinas de vending y hasta una peluquería que ha pedido instalarse en un local del recinto sanitario... y el famoso párking. Por tanto, cobrará del Sergas por los servicios no clínicos y a los usuarios por las explotaciones comerciales.

La empresa, Sociedade Concesionaria Novo Hospital de Vigo S.A., es también la dueña del edificio durante los próximos veinte años. Todas las decisiones sobre la infraestructura tendrán que ser fruto, obligatoriamente, de una negociación entre la empresa y el Sergas. Y la empresa, lógicamente, busca una rentabilidad económica. De hecho, el contrato prometía una rentabilidad media del entorno del 9 %. La concesionaria ha tenido que subrogar el personal de los servicios que ya estaban externalizados en los hospitales públicos de Vigo, algunos con trabajadores que llevan décadas pasando de empresa en empresa y tienen ya unos derechos laborales adquiridos. Así que la concesionaria no les podrá sacar demasiados beneficios. Sí lo hará con la propia construcción -el proyecto de ejecución fue de 310 millones de euros- y del aparcamiento de pago, la única alternativa que hay en Beade. La concesionaria cobrará 68 millones de euros al año de canon durante los próximos 20, que se actualizan anualmente.

En el caso de Santiago, la puesta en servicio del Clínico tuvo lugar con un retraso de más de tres años sobre el plazo inicialmente previsto. Y su factura también se disparó. Fue adjudicado en 1993 por 53,5 millones de euros (8.907 millones de las pesetas de entonces). Pero su coste final -se inauguró en 1999- duplicó con creces ese presupuesto y superó los 126,2 millones de euros (más de 21.000 millones de pesetas). Los servicios encomendados a empresas privadas son la excepción. Más allá de áreas concretas como la seguridad en las instalaciones, en el CHUS está privatizada la alta tecnología. Además, como en el resto de centros hospitalarios del Sergas, también está en manos privadas el servicio de esterilización. El laboratorio es mixto, ya que el personal público trabaja con aparatos adquiridos por empresas privadas.

El Hospital Universitario Lucus Augusti, inaugurado en el verano del 2011, costó 182 millones de euros. Tiene privatizados los servicios de electromedicina, mantenimiento, dietética, gestión de las historias clínicas, parte del sistema informático, parte de la lavandería (uniformes del personal porque la otra la envían a A Coruña) y el transporte de la ropa. También externalizó la limpieza, el aparcamiento, la seguridad, la gestión de residuos, la cafetería y el mantenimiento de los jardines.