El abismo de un país con tantos pensionistas como cotizantes

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El coste de los servicios esenciales no deja de crecer y el número de personas cotizantes se aproxima peligrosamente al de pensionistas

03 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace muchos años que a Galicia no le salen las cuentas del relevo generacional. Con una de las tasas brutas de natalidad más bajas del mundo, la comunidad avanza cada vez más envejecida hacia el abismo de un sistema insostenible, en el que el coste de los servicios esenciales no deja de crecer y el número de personas cotizantes se aproxima peligrosamente al de pensionistas.

La factura de los servicios

El Gobierno de Feijoo presume de ser uno de los que destina una parte mayor de su presupuesto a sanidad y servicios básicos. Y lo hace con razón. Invierte ocho de cada diez euros en sufragar una asistencia sanitaria y unas políticas de bienestar que en Galicia se encarecen porque hay más población mayor que atender. Pero también en financiar el transporte imprescindible para llevar a los colegios a un censo de escolares que mengua cada curso en las aulas de infantil. Es un drama que conocen bien en decenas de concellos de Lugo y Ourense, donde los padres pelean cada curso para evitar el cierre de centros.

La brecha laboral

Pero por encima de todo, la crisis demográfica ha activado la alarma sobre la clave del sostenimiento del Estado de Bienestar: el equilibrio entre cotizantes y beneficiarios de prestaciones. El mismo envejecimiento poblacional que suaviza las tasas de desempleo en Galicia, al ser menor la proporción del censo en edad laboral, explica que siga bajando la diferencia entre los que cotizan (936.100 trabajadores de alta en la Seguridad Social en el 2014) y la suma de pensionistas y parados con prestaciones (877.300). Las luces rojas están encendidas.