Besteiro anuncia un nuevo Besteiro

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Confirma su renuncia a optar a la reelección en la Diputación de Lugo y se plantea una actitud distinta como líder del partido, dejando atrás las limitaciones que le imponía el cargo municipal

16 feb 2015 . Actualizado a las 08:46 h.

La consigna entre los barones del PSOE es tranquilidad y respeto absoluto al golpe de Pedro Sánchez contra Tomás Gómez. Pero la realidad es que reina el estupor ante la política del cerrajero empleada por Ferraz y el temor a que el espectáculo propicie un batacazo en las elecciones de mayo en sus respectivas comunidades. Aunque las autonómicas gallegas no se esperan hasta finales del 2016, José Ramón Gómez Besteiro se juega también mucho en unos comicios locales que le afectan de forma directa. La Voz de Galicia ha confirmado a través del entorno más próximo al líder del PSdeG que no estará en la lista por Lugo y que, por tanto, definitivamente no optará a la reelección en la Diputación. Algo que se anunciará en muy breve plazo de manera solemne.

Un líder al estilo de Rajoy

Besteiro, cada día más parecido a Rajoy en lo de no hacer pública nunca una medida antes de que sea estrictamente necesario, agotó los plazos para tener así todas las bazas en la mano hasta el último día. Según sus críticos, que creen que lo que hace en realidad es huir de un posible fracaso, el temor a que el panorama judicial de López Orozco se complicara le hizo dudar hasta el final. «El problema de Besteiro es que no sabe qué quiere ser de mayor», le dice a La Voz un dirigente socialista, en referencia a sus dificultades para fijar posiciones firmes e inamovibles y a la senda algo errática que se le atribuye en liderazgo del PSdeG.

El jefe de filas de los socialistas gallegos considera que comienza para él «un nuevo ciclo» en el que se juega ya todo o nada. Y plantea estas elecciones municipales de mayo como el cierre de una etapa. A partir de ahora, tendrá «una dedicación total» a la secretaría general del partido y también una «actitud distinta» como líder del PSdeG. La decisión no le ha resultado fácil a Besteiro, porque sabe que abandonar la Diputación de Lugo es una maniobra arriesgada para alguien como él, que ya ha decidido presentarse a las primarias, pero que no tiene asiento en el Parlamento gallego y dirige el grupo parlamentario por control remoto. «En política no se llega a nada sin asumir riesgos». Eso es lo que plantea ahora el nuevo Besteiro, al que hasta hace muy poco se tachaba de ser un amarrategui.

Además, como señalan otros, la Diputación de Lugo no es solo el púlpito desde el que lograr notoriedad, sino, como toda Diputación, una plataforma desde la cual se reparten dineros, favores, cargos y prebendas con los que garantizar apoyos y fidelidades. Besteiro considera sin embargo que la presidencia de la Diputación requiere «mucha dedicación» y, además, «limita la función institucional» de alguien que no solo es líder de todos los socialistas gallegos, sino que aspira a presidir la Xunta. Por ello, renuncia a un cargo que le proporcionaba una «situación personal cómoda». En las procelosas aguas del PSOE, en Madrid y en Galicia, en donde nadie sale ya a la calle sin mirar antes a derecha e izquierda por si acaso vienen a apuñalarte -y si no que se lo pregunten a Tomás Gómez-, es realmente delicado para Besteiro quedar expuesto sin escaño, sin Diputación y sin cargo durante un año, parapetado en la sede del PSdeG. Aunque no hay que descartar tampoco que esa situación cambie a medio plazo. Una alternativa sería ocupar un escaño en el Senado por designación autonómica tras las generales.

Un posible rival en las primarias

Pero hay más riesgos. Pedro Sánchez, que se la ha jugado con su golpe sobre Tomás Gómez, habrá tomado buena nota de quiénes se la jugaron con él. Las dudas iniciales de Besteiro en torno a la defenestración de Gómez, y su tardanza en pronunciarse, no han puntuado a su favor. Hay quien considera que juega la baza de que Susana Díaz, que siempre fue su opción, se haga con el control del partido. Besteiro niega ese extremo. Justifica esa prudencia inicial en que un líder regional «no debe opinar» sobre una decisión que afecta a un compañero de otra comunidad. Y, en que, en su caso, como miembro de la ejecutiva del PSOE, su silencio implicaba un respaldo total a la decisión, ya que, de no apoyarlo, sí se habría pronunciado antes.

Habrá que ver si se confirma este nuevo Besteiro de decisiones más firmes, porque su problema es que se toma tanto tiempo en decidir si son galgos o podencos; si la Diputación sí o la Diputación no; si Senado o no Senado; si Pedro Sánchez o Susana Díaz, que puede acabar encontrándose sin escaño, sin Diputación y con un rival potente e inesperado que ya se prepara para las primarias.

Ana Pastor se apunta un éxito con Aena y cotiza en el G-5 del contrapoder a Sáenz de Santamaría

Aunque los consejos de ministros de Rajoy son un puro formulismo para decir sí señor al jefe y a su vicetodo, dentro de la fidelidad absoluta hay rangos. Lo que antes se conocía como el G-5, formado por quienes pueden presumir de ser amigos personales del presidente, y a los que se calificaba como un contrapeso al poder de Soraya Sáenz de Santamaría, se quedó con la marcha de Arias Cañete a Bruselas en un G-4, formado por Ana Pastor, José Manuel García-Margallo, Jorge Fernández y José Manuel Soria. Y la tendencia a la verborragia inoportuna de García-Margallo ha reforzado el peso de Ana Pastor, que se ha apuntado un éxito con la salida a Bolsa de Aena. A Rajoy le gustaría que todos sus ministros fueran como la titular de Fomento. Que hablen lo mínimo con la prensa y que, si lo hacen, no den jamás un titular y se ciñan a la doctrina oficial. Pastor dio una lección sobre ese modelo el pasado martes en un desayuno en Madrid en el que, en una intervención sin concesiones, se limitó a cantar las glorias del Gobierno y de su propio ministerio, escapando de todos los charcos durante el coloquio posterior. La titular de Fomento ha ganado peso en Moncloa con la incorporación del titular de Justicia, Rafael Catalá, su ex subordinado en Fomento, que la presentó el martes y sigue ese modelo de martillo pilón con los buenos datos y cero autocrítica. Está por ver es si este nuevo G-5 es capaz de plantar cara a una Soraya imparable.