Santiago arrancará el 2015 con las dos vistas más importantes de su historia, la del robo del Códice, señalada para el 19 de enero, y la del asesinato de Asunta, aún sin fecha
30 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Dos juicios del siglo en solo un año. En el 2015, que está a punto de arrancar, tendrán lugar dos de las vistas judiciales más importantes y con más trascendencia mediática de los últimos años, el robo del Códice Calixtino y el asesinato de Asunta a manos, presuntamente, de sus padres. El primero ya tiene fecha, después de un aplazamiento en diciembre. Será el 19 de enero. Y el segundo está a la espera de señalamiento, aunque se prevé que tenga lugar en la primera mitad del 2015.
El ladrón confeso del Códice, Manuel Fernández Castiñeiras, iba a sentarse en el banquillo a principios de diciembre, pero la vista fue aplazada. La razón es que su abogada tenía en esas mismas fechas otro juicio en el que el acusado está en prisión, y las causas con preso tienen prioridad. La Sección Sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, ha fijado para el 19 de enero el inicio del juicio, que está previsto que tenga una duración de diez días. Habrá más de sesenta testigos, entre ellos, el exdeán, José María Díaz, y su sucesor, Segundo Pérez, así como otros religiosos.
Al exelectricista de la catedral de Santiago el fiscal le pide 15 años de prisión por cuatro delitos. Dos de ellos, de robo con fuerza por haberse llevado el libro y también, presuntamente, grandes cantidades de dinero en metálico procedentes de las limosnas. Hasta 2,3 millones habría robado de la basílica, parte de los cuales fueron intervenidos en los registros que la policía practicó en sus domicilios. Toda una sorpresa, porque la Catedral no denunció la falta de dinero.
Manuel Fernández Castiñeiras está acusado, además, de blanqueo de capitales y de un delito contra la intimidad. También se sentarán en el banquillo su mujer, Manuela Remedios Nieto Mayo, y su hijo, Jesús Fernández Nieto, para los que el ministerio público pide un año y medio de cárcel para cada uno por blanqueo de capitales.
Otro juicio antes
Solo cuatro días antes del juicio por el robo del Calixtino, Manuel Fernández Castiñeiras también tendrá que pasar por los juzgados de Santiago. El 15 de enero debe acudir como acusado por 162 delitos contra la intimidad por robar cartas a sus vecinos. Se enfrenta a una pena que como máximo será de nueve años de prisión.
El juicio por uno de los crímenes que más ha conmocionado a España aún no tiene fecha de inicio, pero todo indica que de manera «inminente» Rosario Porto y Alfonso Basterra se sentarán en al banquillo, ya que se trata de una causa con presos y no puede demorarse mucho más.
Esta inminencia fue la que esgrimió la Audiencia Provincial de A Coruña para denegar a principios de diciembre la solicitud de excarcelación presentada por los padres de Asunta, que permanecen en prisión preventiva en el penal de Teixeiro desde hace catorce meses.
El inicio de la vista se está retrasando, pero la Audiencia culpa a los propios Porto y Basterra de las «dilaciones que está sufriendo el procedimiento» y les advierte en su último auto que «son únicamente imputables» a la dirección letrada de los acusados «que en su ejercicio del legítimo derecho de defensa, hacen uso de recursos que producen efectos suspensivos».
Aunque aún no se ha fijado la fecha en la que comenzará el juicio ni se sabe cuánto durará, por su magnitud se espera que se prolongue durante aproximadamente un mes. Al igual que en el del Códice, se celebrará en el salón de bodas de los juzgados de Santiago, la sala más grande de todo el edificio. Es la que se usa para juicios con tribunal de jurado y aquellos que, por la cantidad de acusados o por su trascendencia mediática, hace necesario un espacio amplio.
Por la sala pasarán casi cincuenta testigos, entre profesoras de la niña, su cuidadora, médicos y madres de sus amigas. Peritos habrá más de ochenta, muchos de ellos psicólogos, así como los médicos que efectuaron la autopsia de la niña, que será uno de los argumentos principales del fiscal y de la acusación popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor. Este informe es básico para ellos, ya que establece que la niña fue drogada con lorazepam -marca Orfidal- entre las 15 y las 17 horas, cuando los tres estuvieron juntos comiendo en el piso en el que vivía el padre en Santiago.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ya está trabajando en poner en marcha un plan para dar cabida a los numerosos medios de comunicación que asistirán a las dos vistas. Ante las limitaciones de espacio, solo un periodista por medio podrá ser acreditado. Y es probable que solo una televisión pública pueda tomar imágenes en el interior de la sala, que luego se encargará de remitir a los demás canales.
Penas
Rosario Porto y Alfonso Basterra están acusados de haber ideado un plan conjunto para asesinar a su hija Asunta. El fiscal pide para cada uno de ellos 18 años de prisión, petición que la acusación popular eleva al máximo que prevé el Código Penal, veinte años. Clara Campoamor, entidad de defensa de la mujer y de la infancia, aplica el agravante del parentesco, de ahí que pida una condena mayor.
Asunta fue asesinada el 21 de septiembre del 2013 asfixiada con unos pañuelos u otro objeto blando tras ser drogada. La Sección Sexta de la Audiencia Provincial declaró recientemente nulas las grabaciones de las conversaciones que mantuvieron los padres de Asunta cuando estuvieron encerrados en el cuartel de la Guardia Civil en Lonzas (A Coruña) en los días previos a prestar declaración ante el juez que instruyó el caso, José Antonio Vázquez Taín. Rosario Porto y su ex marido, Alfonso Basterra, coincidieron en las dependencias del instituto armado en las noches del 25 y 26 de septiembre del 2013 y en la mañana del viernes 27, fechas en las que el magistrado ordenó la instalación de micrófonos en sus celdas.
El del 2015 será por tanto ajetreado en la sección compostelana de la Audiencia Provincial, que está teniendo que hacer auténticos malabarismos para buscar hueco a los dos casos en su ya de por sí apretada agenda. Son, sin duda alguna, los dos juicios más importantes en la historia de este tribunal.