entre las miles de formas que los narcotraficantes emplean para poder trasladar la cocaína desde los países productores en América Latina hasta donde se encuentran sus mercados en el primer mundo, también figura el uso de veleros. Lo que hace singular a este caso es que los narcotraficantes alquilaron una embarcación de recreo para emprender una aventura que les ha salido mal. No es la primera vez que las fuerzas del orden detectan droga en este tipo de embarcaciones. La cocaína incautada pretendía introducirse a través de un clan gallego con experiencia en su traslado por mar. Desde el pasado mes de noviembre, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaban de forma conjunta a una organización dedicada al transporte de grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica a España. Los integrantes de esta organización empleaban diversos tipos de embarcaciones como mercantes, pesqueros, veleros o lanchas rápidas. El Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), coordinó la operación internacional, que contó con el apoyo del Departamento de Control de Droga de los Estados Unidos (DOA). Se desconoce el punto en el que se cargó la droga, aunque se apunta a Venezuela. El macro operativo internacional arranca en cuanto zarpa el barco en dirección a España con una dotación de agentes del GEO de la Policía Nacional, así como de investigadores adscritos a la Brigada Central de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía y a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que viajan en la patrullera Río Miño. Les abordan a tiempo de que se separen en lanzaderas para acceder a tierra. Así pudieron localizar toda la droga, oculta en zulos y otros departamentos.