El municipio lleva ya 26 días de huelga, con más de cien zonas al día en alerta sanitaria y con las negociaciones entre Urbaser y sus trabajadores en punto muerto
05 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Lugo soporta ya 26 días de huelga de basura con alrededor de 600 toneladas de residuos campando a sus anchas por calles y pistas de la zona. Pestilencias nauseabundas, nubes de moscas, suelos sucios y pegajosos y montañas de basura se han convertido en el pan de cada día de los lucenses. Mientras, la resolución del conflicto entre Urbaser -la concesionaria del servicio de limpieza- y los trabajadores parece lejana. Las conversaciones están en punto muerto, sin fecha para ningún próximo encuentro y sin que las partes coincidan en explicar cuál es el origen del problema.
El conflicto estalló el 9 de junio por la noche, cuando tras varios intentos fallidos de negociación, no hubo acuerdo y los trabajadores pactaron en asamblea iniciar una huelga indefinida, con el Arde Lucus a la vuelta de la esquina. También acordaron incumplir los servicios mínimos que había decretado el Concello -de hecho, los recurrieron-, que eran del 100 %. El miércoles las partes se reunieron por primera vez desde el inicio de la huelga, pero tras más de nueve horas, no llegaron a acuerdo. La empresa reprocha a los trabajadores que incumplan los servicios mínimos y las alertas sanitarias. Sin embargo, los trabajadores matizan que recogen basura todo el día en tres turnos para controlar los puntos en riesgo sanitario, pero señalan que incumplen los servicios mínimos porque los consideran abusivos. Mientras, los puntos en alerta sanitaria superan los cien cada día.