Son las dos vías del PSdeG para zanjar la crisis de las afiliaciones masivas
19 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Hace justo una semana que en el PSOE de Santiago estalló el escándalo de las afiliaciones masivas alentado por las dos personas que, hasta el momento, dieron un paso al frente para concurrir a las primarias internas llamadas a decidir el nombre del próximo candidato socialista a la alcaldía. El reclutamiento de familiares y amigos o las altas declaradas en diferentes domicilios ficticios de la ciudad provocaron una adulteración del censo de militantes, que se duplicó en poco más de un mes, al pasar de 314 a 674 personas.
El problema que se fue gestando en las cañerías del partido acabó reventando, sacando las vergüenzas a la superficie, y obligó de paso a la dirección gallega del PSOE a tomar cartas en el asunto. Nadie sabe todavía cómo saldrá del lodazal compostelano el secretario general del partido, José Ramón Gómez Besteiro, pero una vez que se ha descartado el no hacer nada, solo caben dos opciones: o bien invalidar de forma cautelar el inflado del censo de afiliados o bien disolver la agrupación para oxigenarla, como empiezan a reclamar los militantes ajenos a la pugna entre Francisco Reyes y Mercedes Rosón.
En el proceso interno que instruye la dirección del PSdeG-PSOE contra la agrupación socialista de Santiago hay una serie de hechos probados y otros que se pueden corroborar solo con mirar el censo. En primer lugar está el papel jugado por Xosé Sánchez Bugallo, secretario general del PSOE compostelano, que sobre este asunto admitió que «todo o publicado é basicamente certo», a la vez que en su día envió una comunicación a Ferraz alertando de que el inflado del censo tenía por objetivo alterar el resultado de las primarias.
Los reclutamientos
A eso se añade, en segundo lugar, el papel de los dos precandidatos, Mercedes Rosón y Francisco Reyes. Una reconoció haber afiliado al partido al menos a cincuenta amigos y familiares, cifra que dentro de la agrupación se eleva a 126 altas. Y el otro admitió que hubo gente que se incorporó al partido para apoyarlo, aunque sin precisar el número, si bien desde la agrupación le atribuyen hasta 190 nuevas fichas.
En tercer lugar, el censo refleja que decenas de nuevos militantes declaran residir en un mismo domicilio, aunque no aportan ni teléfono ni correo electrónico de contacto. El caso más llamativo de lo que en el partido denominan «pisos patera» es el del chalé adosado de la rúa das Oblatas, perteneciente a familiares de Reyes, donde aparecen ubicados nueve afiliados. En otras tres viviendas de Frei Rosendo Salvado 9, de Mestre Mateo 19 y de Alfredo Brañas 15 aparecen cinco nuevos militantes en cada una, y también sin teléfonos de contacto, y el asunto incluso salpica a la responsable provincial de Igualdade, Noemí Fernández, perteneciente a la ejecutiva de Francisco Caamaño, que puso su cargo a disposición tras conocerse que con fecha del 26 de mayo figuran afiliadas tres personas en la misma dirección declarada por ella.
Ante esta situación, al instructor de la investigación interna, el lucense Luis Ángel Lago Lago, dirigente muy bregado orgánicamente y que goza de la máxima confianza de Besteiro, se le abren dos escenarios para la solución que tendrá que recetar en muy pocos días.
Precandidatos tocados
La primera de ellas consistiría en invalidar las altas del censo inducidas por los dos precandidatos a las primarias, algo que Bugallo ya solicitó formalmente en su día a la dirección federal. Esto permitiría convocar las elecciones internas partiendo del censo tradicional de la agrupación, sin adulterar. Eso permitiría poner el contador a cero, pero no impediría que los dos precandidatos implicados en las artimañas de los reclutamientos masivos pudieran optar de nuevo sin asumir la más mínima responsabilidad en lo ocurrido.
La otra vía abierta pasa por la disolución de la agrupación local y el nombramiento de una gestora, que propiciaría una toma del control directo sobre el PSdeG de Santiago para abrir un proceso de reafiliación y cotejar que todos los militantes llegan al partido por su propio pie.
El campo de juego en Santiago está muy delimitado. Besteiro puede optar, como hizo Feijoo en su día en el PP, por hacer un cambio cosmético y a partir de ahí intentar remontar el vuelo. Pero en el momento que la ingobernabilidad de los populares le regaló al PSdeG opciones de recuperar la alcaldía, seguir en el juego de primarias con las cartas marcadas puede ser suicida. Que se lo digan a Feijoo, que en Santiago acabó haciendo ahora lo que quiso evitar en su día.