Con su hija tirada en la parte trasera del coche, los investigadores creen que Rosario Porto salió de la casa de Teo y, tras pararse unos minutos a charlar con un vecino, fue a la pista forestal de Feros, a menos de cinco kilómetros de la vivienda, y allí depositó el cadáver de Asunta.
A las 22.31 horas, Porto y Basterra ponen la denuncia por desaparición de la niña y a partir de ese momento están casi todo el tiempo localizados por la policía. El cuerpo de Asunta ya está en la pista. Pese a que un vecino pasó tres veces a pie con su mujer por ella entre las 23 y las 00.30 horas, los investigadores sostienen que no vio el cuerpo porque era noche cerrada y el camino carece de alumbrado. Los focos de un coche sí permitieron que dos hombres viesen a la pequeña a la 1.15 horas del 22 de septiembre. El crimen había sido descubierto.