La cama en la que mataron a Asunta

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los investigadores ya tienen un relato completo del asesinato de la niña. TODA LA INFORMACIÓN DEL CASO ASUNTA

28 ene 2014 . Actualizado a las 11:30 h.

Sobre una cama de forja negra y dorada cubierta por un edredón en tonos rojos y azules. En una amplia habitación con baño incorporado y amueblada toda en madera con un chifonier escritorio, una estantería y un armario. En la habitación del primer piso de la casa familiar de Montouto (Teo) en la que más pruebas halló la Guardia Civil durante los registros. En ese tétrico escenario sitúan los investigadores la muerte de Asunta el 21 de septiembre, presuntamente asesinada a manos de sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra.

Los investigadores ya tienen un relato casi completo de lo que aconteció aquella terrible tarde en la que a Asunta le arrebataron la vida con 12 años. Para elaborarlo han cruzado el informe definitivo de la autopsia con los resultados de los análisis toxicológicos, las grabaciones de las cámaras de seguridad, las conexiones y desconexiones de las alarmas del piso de Rosario Porto en Santiago y de su casa de Teo y las declaraciones de los imputados y los testigos. El resultado es un puzle al que ya casi no le faltan piezas.

La secuencia de hechos se inicia a las 14 horas del 21 de septiembre, cuando Asunta y su madre se encuentran en el piso del padre de la niña, Alfonso Basterra. Comen un revuelto de champiñones cocinado por él y es en estos momentos, necesariamente antes de las 17 horas, cuando la niña ingirió la altísima dosis de lorazepam -marca Orfidal- con la que fue drogada.

Pasadas las 17 horas, primero sale Asunta del piso de su padre y luego su madre. Nuevos testigos a los que los investigadores dan credibilidad sitúan también a Basterra en la calle a las 18.18 horas. Estaría esperando a que Porto sacase el coche del garaje para recoger a la niña e ir juntas a Teo. Una línea de investigación que cobra fuerza es que él también se subió al vehículo.

A las 18.35 horas, la alarma de la casa de Teo es desconectada por Porto. La muerte de la niña se sitúa muy poco después, a las 19 horas. Asunta, completamente sedada, estaba a merced de sus verdugos. Pero para evitar sorpresas, fue atada de pies y manos con una cuerda naranja y asfixiada con un objeto blando en esa habitación del primer piso de la casa de Teo, sobre esa cama de forja negra y dorada.

En esa misma habitación fue hallada una papelera de mimbre y dentro de ella un trozo de la misma cuerda naranja con la que se ató de pies y manos a Asunta para inmovilizarla. También había unos clínex con ADN de la niña y una mascarilla que, junto a un cojín sin almohadón, es uno de los objetos con los que se sospecha que se provocó la asfixia a la pequeña.

Rosario Porto sale de la casa a las 20.53 horas, que es cuando se registra la desconexión de la alarma. Los investigadores sostienen que colocó el cadáver de la niña en el suelo de la parte trasera de su coche. Han encontrado restos de vómito de Asunta allí y las alfombrillas debieron mancharse aún más, ya que fueron arrancadas.

Con su hija tirada en la parte trasera del coche, los investigadores creen que Rosario Porto salió de la casa de Teo y, tras pararse unos minutos a charlar con un vecino, fue a la pista forestal de Feros, a menos de cinco kilómetros de la vivienda, y allí depositó el cadáver de Asunta.

A las 22.31 horas, Porto y Basterra ponen la denuncia por desaparición de la niña y a partir de ese momento están casi todo el tiempo localizados por la policía. El cuerpo de Asunta ya está en la pista. Pese a que un vecino pasó tres veces a pie con su mujer por ella entre las 23 y las 00.30 horas, los investigadores sostienen que no vio el cuerpo porque era noche cerrada y el camino carece de alumbrado. Los focos de un coche sí permitieron que dos hombres viesen a la pequeña a la 1.15 horas del 22 de septiembre. El crimen había sido descubierto.