La rebelión del sector de Pachi Vázquez causa la primera crisis del nuevo líder del PSdeG
21 dic 2013 . Actualizado a las 16:32 h.Ourense es la ciudad donde más creció el PSdeG en la últimas elecciones municipales, las de mayo del 2011, el espejo en el que le gustaba reflejarse a un partido que supo rentabilizar la alcaldía con un solo mandato, sumando diez puntos en porcentaje de voto y tres concejales más. Y en el transcurso de dos años se tornó en un gran avispero por las disputas entre los dos bandos enfrentados en la capital -los afines al verdadero barón provincial, Pachi Vázquez, y los herederos del exalcalde Francisco Rodríguez-, provocando el primer conflicto de calado para el nuevo secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, un asunto que arde en sus manos y que hoy la dirección gallega intentará atajar con una reunión orgánica a la que están convocadas todas las partes con el fin de enterrar el hacha de guerra.
Para saber cómo se ha llegado a este punto es necesario tener en cuenta la estrecha relación que mantuvieron Pachi Vázquez y Francisco Rodríguez, que coincidieron de alcalde y de concejal de Cultura en O Carballiño entre 1999 y el 2002, tejiendo una complicidad entre el jefe político, el primero, y el subalterno, el segundo, que empezó a quebrarse cuando Rodríguez empezó a volar solo al convertirse en el 2007 en alcalde no ya de O Carballiño, sino de la capital de la provincia.
La inesperada pérdida de la Xunta en el 2009, en el que Pachi Vázquez fue conselleiro, provocó un cambio de papeles. El barón provincial, apeado del poder institucional, cedió terreno frente a su anterior subalterno, porque por mucho que lograra suceder a Touriño al frente del PSdeG, es difícil que el secretario general de un partido en la oposición pueda tener más capacidad de mando fuera del ámbito orgánico que el alcalde de la tercera ciudad de Galicia.
Los recelos entre los antiguos compañeros no tardaron en aflorar. Y el estallido definitivo se produjo en octubre del 2011 cuando Vázquez y Rodríguez se enfrentaron para decidir quién debería ser el cabeza de lista por Ourense para el Congreso. El primero apoyó a su protegida, Laura Seara; el segundo inclinó sus favores hacia la exministra Elena Espinosa.
El órdago de Pachi
Pachi Vázquez, verdadero experto en dejarse la piel en este tipo de pulsos, le echó uno al propio Rubalcaba, plantándose en Madrid y amenazando con tirar la toalla si no se respetaba su voluntad en su feudo político. Los antiguos amigos se convirtieron así en rivales y el resto de la historia se fue escribiendo semana a semana, con la determinación del líder del PSdeG de tomar el control del partido en la ciudad de As Burgas.
La ramificación de la operación Pokémon que afectó a Ourense le brindó al de O Carballiño una oportunidad de lujo que no dejó escapar. Rodríguez, imputado en la causa, pidió tiempo para una salida ordenada de la alcaldía, pero Pachi Vázquez pisó el acelerador y no se la dio.
Es más, el líder socialista convocó al todavía alcalde en uno de los despachos nobles del periódico de la capital ourensana para pedirle la dimisión a su antiguo subalterno. Y la inmediatez de las autonómicas del 2012 le ayudó a convencer a Ferraz para que presionara en la misma dirección.
Rodríguez acabó tirando la toalla y fue expulsado del partido. Pero la pugna entre los pachistas y los paquistas continuó a través de los adeptos a uno y otro bando, pues los primeros nunca lograron alzarse con la mayoría de la agrupación local.
La Pokémon, el caso de las facturas, los plantones en el pleno, la cacería de unos ediles contra otros... Todo forma parte de lo mismo: del intento de los afines a Pachi Vázquez por levantar su bandera en Ourense.
No obstante, las cosas han cambiado. Pachi Vázquez ya no es el líder del PSdeG y los herederos de Rodríguez, reposicionados en torno al nuevo alcalde, Agustín Fernández, contribuyeron abiertamente a la elección de Besteiro como secretario general, que en contrapartida acomodó al alcalde en su ejecutiva.
Agustín Fernández se siente ahora reforzado. «Ao alcalde hai que respectalo», dicen de la dirección gallega. Y el regidor, preguntado por si cree que va a imponerse en esta crisis, contestó ayer con un rotundo: «Sin lugar a dúbidas». Habrá que aguardar al desenlace de la reunión prevista para hoy, en la que la enviada de Besteiro, su número dos, Pilar Cancela, está llamada a apagar el incendio. Por si las moscas, la comisión ejecutiva provincial ha pedido la intervención a Ferraz.