Hubo un atropello

GALICIA

16 nov 2013 . Actualizado a las 18:26 h.

Si la diputada Beatriz Sestayo quiso atropellar a un vigilante del Parlamento que solo cumplía con su deber lo determinará en última instancia el Tribunal Superior de Xustiza, por tratarse la socialista de una persona aforada. Pero este aforamiento, aunque en ocasiones hay políticos que confunden la velocidad con el tocino, no es un salvoconducto para que un parlamentario acampe, conduzca y aparque donde le plazca y lo que le plazca. La propia Sestayo reconoció que el coche que tuvo entre marzo y finales de octubre plantado en O Hórreo (origen de la denuncia) es de su hija. Veremos qué sucede con la acusación del vigilante (que incluye una grabación de los hechos), pero no hace falta esperar ni un minuto para juzgar el uso irregular que Sestayo hizo del párking del Parlamento: lo suyo fue un atropello bastante incompatible con el desempeño de cargo público.