Las pistas que llevaron a los padres de Asunta a prisión

La Voz

GALICIA

31 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El secreto del sumario que afecta al crimen de Asunta impide conocer buena parte de las pruebas o indicios por los que juez y fiscal, con el apoyo de la Audiencia Provincial, decretaron prisión preventiva y sin fianza para Rosario Porto y Alfonso Basterra, pero hay algunas que ya se conocen y que son de peso.

La grabación de la cámara de seguridad. La cámara de una gasolinera -la de la Galuresa- captó el Mercedes verde de Rosario Porto en dirección a la casa de Teo en la tarde -sobre las 17.30- del sábado 21 de septiembre. Ella dijo que iba sola, pero en la imagen se ve que en realidad iba acompañada. No se ve muy claramente, pero ella cambió su versión y reconoció que era su hija.

La cuerda anaranjada que apareció junto al cadáver. Los análisis de fibras han confirmado que los tres trozos hallados junto al cadáver de la niña son idénticos a la bobina encontrada en la casa de Teo. Es decir, que une dos de los escenarios del crimen, el lugar donde se sitúa la muerte de Asunta y en el que apareció su cuerpo sin vida.

Los análisis que confirman la alta dosis de ansiolíticos. Las pruebas toxicológicas han demostrado que Asunta ingirió ya desde julio lorazepam, un ansiolítico cuya marca comercial es Orfidal. Además, también han demostrado que el día en que murió recibió una dosis letal de este medicamento a la hora de la comida. Hay que recordar que estas son las mismas pastillas que tomaba su madre para combatir la ansiedad y que su padre compró en una farmacia.

Las incongruencias y contradicciones. Rosario Porto ha modificado por completo sus versiones de los hechos. Primero dijo que dejó a Asunta en Santiago y luego, al saber de la grabación de la cámara, afirmó que la llevó con ella a la casa de Teo. Tampoco ha podido aclarar, porque se ha negado, qué recorrido hizo aquella tarde con la niña.