Combatirá la hostilidad política de los de Beiras y el apoyo a Resistencia Galega
15 sep 2013 . Actualizado a las 13:23 h.Pocos meses antes de las elecciones autonómicas del 2012, en el Parlamento vasco se desató una viva polémica porque el diputado peneuvista Ricardo Gatzagaetxebarria le espetó durante un debate al entonces lendakari Patxi López: «Usted es un ignorante». El PSOE hizo sonar las alarmas e invocó los artículos del reglamento para sancionar este comportamiento con hasta un mes de suspensión de los derechos del diputado, incluida la privación del sueldo, medida que no se llevó a cabo en buena medida por la rectificación del agravio.
El improperio de Vitoria se queda timorato en comparación con los encaramientos intimidatorios llevados al plano físico en el Parlamento gallego, como el provocado por el diputado de AGE Fernández Calviño con el popular José Manuel Balseiro, en un remake del golpe dado por Beiras en el escaño de Feijoo meses atrás, o con el intercambio de insultos entre las huestes de estos dos grupos, que de un lado tildan de «fascistas» a los conservadores y de otro tachan de «fea» y «macarra» a una diputada de Alternativa.
Pilar Rojo se decidió a cortar con mano dura estos brotes de tensión, aunque un tanto a destiempo, pues estos episodios se llevan produciendo desde hace meses, y lo hizo, además, cargando toda la responsabilidad de un lado, en tanto que los perceptibles insultos a la diputada de AGE no merecieron sanción.
En todo caso, el Partido Popular, al que Rojo pertenece, le dio su pleno respaldo en el comité de dirección celebrado el viernes, después de que Feijoo emplazara a los suyos a ir al choque con AGE, combatiendo su hostilidad parlamentaria y el pronunciamiento «complaciente» que tuvo Beiras con las actividades terroristas de Resistencia Galega, al vincular la sentencia condenatoria de sus cuatro activistas con la «política reaccionaria» del Estado.
La estrategia del PP tomó ayer forma en el acto político celebrado en Ames, donde Paula Prado, Carlos Negreira o Feijoo se afanaron en cargar contra el amparo dado por los nacionalistas a Resistencia Galega, y el diputado de Nuevas Generaciones Javier Dorado, miembro de la dirección gallega, hacía lo propio en las redes sociales.
Lejos de amainar, por tanto, la tensión entre el PP y AGE promete deparar nuevos episodios de aquí a las europeas del 2014, atendiendo al interés común de ambas formaciones. Que el Parlamento se vea convertido en un circo, donde destaca solo quien más grita y no quien más aporta, beneficia únicamente al grupo que logra notoriedad con ello, por mucho que a medio plazo se arriesgue a morir de éxito por falta de discurso; y beneficia también a un Gobierno que con la gresca puede escapar de sus obligaciones de tener que responder de los graves problemas que atenazan a la economía y a la sociedad gallega.
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