Juárez da indirectamente mayor visibilidad al frente nacionalista

d. s. santiago / la voz

GALICIA

11 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El mapa político salido de las elecciones autonómicas del pasado mes de octubre no fue, ni por asomo, el más propio para los intereses del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que tras los comicios del 21-O se descubrió como la fuerza minoritaria de un Parlamento gallego en el que estaba abocado a competir con el PSOE y el emergente grupo de Xosé Manuel Beiras por capitalizar la oposición frente al PP.

En todos estos meses, el BNG desplegó una acción de choque contra el Gobierno de Feijoo, sustentada en su doble labor en O Hórreo y en el Congreso, que si bien puso en algunos aprietos a los populares, no siempre logró abrirse camino frente a un PSdeG, que sigue siendo la fuerza mayoritaria de la oposición, y la irreverente gestualidad de un Beiras hacia la cual tienden a girar los focos.

Si el BNG mantenía un aposición contundente en el tema de las preferentes, los desahucios o la defensa de sectores como el naval o el agrario, la acción igual de contundente de los demás grupos acababa ensombreciéndolos las más de las veces, al menos hasta que irrumpió en escena la Delegación del Gobierno con la decisión de expedientar al portavoz parlamentario del Bloque, Francisco Jorquera, por alteración del orden público al intentar frenar junto a otras personas un desahucio.

A diferencia de lo que ocurre con otros asuntos, la dialéctica entre Jorquera y Juárez no la pueden acaparar otros grupos. Este debate sí les permite a los nacionalistas tener un perfil político más marcado, y exclusivo frente al resto.