Cronología de una tragedia

A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Durante 40 minutos nadie echó en falta al pequeño fallecido

17 ene 2013 . Actualizado a las 12:17 h.

La tragedia se cimentó a las diez de la mañana del 30 de marzo del 2009. A esa hora comenzaba la clase de natación para niños de infantil de entre 3 y 4 años en el colegio Liceo La Paz. Según los procesados y los testigos que pasaron el lunes y ayer por la Audiencia Provincial de A Coruña, así fue la sucesión cronológica de los hechos que terminaron con la muerte del pequeño Diego Novo.

10.00 horas. Los niños llegaron al vestuario, se desvistieron y allí los esperó la monitora de natación para acompañarlos a la piscina después de pasar lista. Según declaró el socorrista, a los pies del vaso les fueron poniendo las burbujas uno a uno, para luego ayudarlos a meterse en el agua. A esa misma hora, otro grupo de otros 13 niños dirigidos por otra monitora hicieron lo mismo, ocupando la calle opuesta.

10.15 horas. La clase transcurrió sin incidencias hasta su ecuador. El socorrista, para quien piden una pena de 4 años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia, declaró en el juicio que no apartó la vista de la piscina ni un solo momento y que solo un niño, que no era Diego Novo, le pidió permiso para ir al baño a mitad de la clase. Le quitó la burbuja y la monitora, que era de apoyo, lo acompañó al aseo, según reconoció ante la jueza titular del Juzgado de lo Penal número 5 -el juicio se celebra en la Audiencia porque su sala es más espaciosa-. Y regresaron ambos al agua. Le pusieron de nuevo la burbuja y la clase continuó.

10.27 horas (aproximadamente). Una maestra del centro declaró que a las 10.25 por su reloj se dirigió a las instalaciones acuáticas del centro para recoger a los niños de la clase de Diego y llevarlos de nuevo al aula. Al llegar vio al crío sin chanclas en el baño. Le dijo que se calzase.

10.29 horas. La monitora de apoyo se ausenta de la piscina para ir al baño, según relató. Y cuando terminó, regresó a la piscina. El socorrista volvió a quedarse solo a cargo de los niños.

10.31 horas. Dos minutos le bastaron a la monitora para ir al baño. Al regresar se quedó junto a la puerta de acceso a los vestuarios al comprobar que su compañero ya estaba retirando a los niños del agua y les quitaba las burbujas, por lo que los esperó para entrar «todos juntos» para cambiarse y ducharse. No les pasaron lista porque, según reconocieron ambos procesados, no se hacía cuando finalizaba la clase, solo antes. Era un protocolo que a raíz de la muerte de Diego Novo se cambió y hoy en día cuentan a los niños antes y después. Ninguno de estos dos acusados echó en falta a Diego. De hecho, el socorrista afirmó en su declaración que durante la media hora de la clase no paró de hacer recuentos.

10.33 horas. Mientras el grupo de Diego Novo ya se encontraba en los vestuarios, la otra clase de natación que se desarrollaba en la otra punta de la piscina llegaba a su fin. La monitora de esos otros niños testificó que sacó a los suyos del agua cuando ya no quedaba nadie del otro grupo. Y abandonó la piscina para meterse en los vestuarios sobre las 10.33, sin poder precisar más. Preguntada por si vio algo extraño en el agua, dijo que no, que nada le llamó la atención cuando se dirigió a los vestuarios con los alumnos. En ese momento, la piscina quedó sola, sin vigilancia.

10.38 horas. En ese preciso minuto, el socorrista y la monitora salían del vestuario con el siguiente grupo de alumnos para comenzar otra clase. Nada más cruzar la puerta de acceso a la piscina, el socorrista ve el cuerpo de Diego Novo bajo el agua, según declaró. Se lanzó, lo sacó al borde de la piscina y comenzaron a realizarle las maniobras de reanimación. El niño no respiraba.

10.40 horas. Al comprobar que no eran capaz de reanimarlo, el socorrista corrió al teléfono para llamar al 061.

10.48 horas. La ambulancia del 061 llega al colegio. Un médico, una enfermera y dos técnicos se hacen cargo de la situación. Ayer, en la Audiencia de A Coruña, recordaron que el corazón de Diego Novo ya no latía y su rostro estaba azulado y su cuerpo a baja temperatura.

11.40 horas. Después de 50 minutos luchando por devolverle la vida, desisten.

13.00 horas. El colegio llama a los padres del pequeño.