El hombre había sido contratado por un grupo mafioso que le ofreció 8.000 euros por recoger en aquel país un paquete de cocaína
19 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando la policía lo sacó del taxi que había tomado nada más bajarse del avión que lo trajo de Venezuela, no se escondió. Se vio cazado, y reconoció a los agentes que era un correo de droga que trabajaba para una organización criminal. No solo eso. Relató también que no era la primera vez que viajaba con cocaína en su equipaje, que ya lo había hecho otras veces y, sobre todo, que estaba muy arrepentido. La policía le pidió sus pertenencias y, oculto en las asas había un paquete con 700 gramos de cocaína. Ayer iba a ser juzgado en la Audiencia de A Coruña. Pero su abogado, el penalista Ramón Sierra, alcanzó un acuerdo con el fiscal, que en un principio pedía que fuese condenado a cinco años de prisión, y la pena quedó fijada en tres años y medio de prisión y el pago de una multa de 30.000 euros.
El hombre había sido contratado por un grupo mafioso que le ofreció 8.000 euros por viajar a Venezuela, recoger en aquel país un paquete de cocaína, ocultarlo en una maleta y regresar con él intacto. Lo que terminó de convencerlo fue que la persona que le ofreció el negocio le puso 6.000 euros a mayores y por adelantado. Así que allá se fue. El 4 de marzo llegó a Alvedro su vuelo procedente de Lisboa, donde había hecho escala. El pasajero cogió su maleta, se dirigió a un taxi y cuando iba a tomarlo la policía se le echó encima. Los agentes españoles habían sido alertados por sus colegas portugueses, que sospechaban que aquel pasajero llevaba droga durante su paso por Lisboa. Luego contó que había viajado dos veces a Milán para llevar droga.