Ambos vivían en casas contiguas y trabajaban para el Concello
20 sep 2012 . Actualizado a las 12:11 h.Un vecino de Vilagarcía de mediana edad mató ayer a su hermano de un tiro tras una disputa familiar en la casa de la víctima. El suceso tuvo lugar cerca de las diez de la noche y, aunque en un principio trascendió que uno de los hermanos había resultado herido de un tiro en una mano, más tarde se confirmó la peor de las noticias; que había fallecido, y que fue por un disparo de su propio hermano.
El crimen tuvo lugar en el chalé de la víctima, separado tan solo unos metros de la residencia de su hermano. Cerca de la iglesia de Guillán está la casa de los padres de ambos, en la que, según los vecinos, vivía Alfonso Gómez, la víctima. Al lado del inmueble hay un callejón, al fondo del cual está otra vivienda unifamiliar en la que residía Santiago Gómez -el agresor-. Los dos estaban casados y tenían hijos.
Las razones de la disputa que desembocó en tan trágico suceso no se conocen, pero los vecinos admitieron, tras conocer el triste desenlace, que los dos hermanos se llevaban mal. De sus desavenencias también se tenía constancia en el Concello de Vilagarcía. Santiago Gómez formaba parte de la plantilla del departamento de electricidad, mientras que Alfonso trabaja en la empresa Espina y Delfín, adjudicataria del servicio de aguas. Las discusiones entre ambos eran frecuentes y sus malas relaciones eran vox populi tanto en los servicios municipales como en la parroquia de la que eran vecinos y donde se desencadenaron los hechos.
Conmoción vecinal
Dos coches de la Policía Nacional se desplazaron de inmediato al lugar del suceso nada más tener constancia de lo ocurrido. También se acercó una ambulancia del 061, ya que en un principio se creyó que la víctima tan solo había resultado herida. Pero no fue así. En torno a las once de la noche, mientras desde la casa de uno de los hermanos una mujer gritaba «¡Asesino, asesino!», en la parroquia ya se corría la voz de que la víctima había fallecido.
No tardaron en arremolinarse los vecinos en las inmediaciones de la iglesia, desde donde se veía el escenario del crimen. Todavía conmocionados por lo ocurrido, tanto los que vivían en las casa contiguas como algunos familiares que se acercaron al lugar reconocieron que las disputas entre los dos hermanos eran, por desgracia, cada vez más frecuentes.