La reforma de la Administración pública que afecta especialmente a los entes locales supone «un ataque ao municipalismo e a Administración máis próxima o cidadán dunha maneira sen sentido, unha medida totalmente equivocada», según la alcaldesa de Silleda, la socialista Paula Fernández. Por otro lado, vaticina que la medida perjudicará todavía más a los municipios con menor población y más envejecida al ampliarse el ámbito administrativo.
Félix Juncal es el regidor de Bueu. Este nacionalista expone que «a escusa de que o tamaño vai reducir os problemas, considero que é unha falacia, un discurso interesado». A su modo de ver, «non é de recibo que se pretenda concentrar o poder político e o económico en círculos cada vez máis reducidos».
Desde Xinzo de Limia, el popular Antonio Pérez, señala: «Non o vexo nin ben nin mal. Iso aínda haberá que desenvolvelo». Agrega que «será difícil que os concellos pequenos queiran ceder as súas competencias, porque aquí cada municipio ten a súa propia identidade».
Buscar la eficiencia
El también gobernante del Partido Popular Carlos Calvelo, no ha manifestado ninguna preferencia respecto de la eliminación de ayuntamientos. Desde la alcaldía de Arteixo manifestó que «se opte o no por la fusión, el futuro pasa por hacer que las Administraciones sean lo más eficientes posibles».