La gran profesionalidad de la mayoría de los transportistas gallegos no se puede poner en entredicho por culpa de unos pocos. Por eso parece conveniente aclarar algunos puntos sobre la materia.
¿Cuántos son los que cometen infracciones?
En lo que va de año, la Guardia Civil de Tráfico ha detectado 80 casos en los que los camiones, todos de largo recorrido, circulaban con los tacógrafos manipulados. Pero hay que tener en cuenta que hay cerca de veinte mil camiones censados en Galicia, y conducidos por grandes profesionales, por lo que el porcentaje de los que incumplen parece pequeño.
¿Qué se consigue trucando el tacógrafo?
Quien decide proceder a la manipulación del tacógrafo consigue que el camión pueda circular muchas más horas de las que le están permitidas al conductor sin que queden registradas. De hecho, la normativa, que es muy rígida, establece que el chófer de un camión no puede conducir más de nueve horas diarias sin haber tenido un descanso de al menos once horas. Siguiendo esa norma, por ejemplo el conductor de un vehículo pesado nunca podría viajar entre A Coruña y Barcelona en la misma jornada.
¿Cómo se activa el trucaje?
Con una tecla, con un botón, con un imán... Lo último es un mando a distancia de garaje, con el que los conductores activan el sistema que anula los registros de velocidad y de horas de conducción. Hay momentos en que se puede inutilizar durante horas.
¿Pueden los agentes acceder a la cabina del camión?
Claro que pueden. Además, es algo lógico cuando se trata de inspeccionar el tacógrafo, que está colocado en el salpicadero de la cabina. Son raros los casos de oposición por parte del conductor, ya que la obstaculización de la labor de inspección del agente está castigada con 4.600 euros.