«Trabajé de albañil en los rascacielos, y en la construcción de las Torres Gemelas»

La Voz

GALICIA

11 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Al escultor Miguel González la vida lo sacó de su pueblo en dos ocasiones, todas ellas para llevárselo a otro país y también a otra cultura. Primero, con apenas 18 años cumplidos, este ourensano emigró a Francia huyendo de la represión que ejercía la dictadura franquista. «Esa fue la primera vez que conocí a españoles republicanos», afirma González, que «hasta entonces ignoraba que existieran disidentes».

González llegó a Estados Unidos en el año 1970 gracias a una visa de artista que le permitió colarse por la ventanilla de emigración. Aquel documento oficial sería finalmente su único vínculo con el mundo del arte ya que para poder ganarse la vida este hombre de 65 años tuvo que renunciar a su vocación de escultor. «La mayor parte de los trabajos que acabé realizando fueron en realidad como albañil en los rascacielos de Nueva York, y precisamente uno de los edificios en los que trabajé fue en la construcción de las Torres Gemelas».

Quizá porque había ayudado a crearlas con sus propias manos, a este gallego le resulta casi imposible olvidar qué estaba haciendo el día que dos aviones derribaron las torres del World Trade Center. Esa mañana tenía que acudir a una cita con el cónsul cultural de España, pero decidió parar antes un rato en el Centro Orensano para tomarse un café.

«Fue entonces -recuerda González- cuando vi por televisión el momento de los ataques de los dos aviones y me di cuenta de que si no hubiera parado a tomar aquel café posiblemente hoy estaría muerto, porque el atentado de las Torres Gemelas me hubiese pillado en el tren».

Ese día, Miguel González se dio cuenta también de cuánto echaba de menos su patria, un lugar al que dice que «todos tenemos pensado volver a España, algún día». Algún día?