El delegado para Europa de El Dorado, el cartel de carteles

La Voz

GALICIA

27 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Desde la detención de Alfonso León y Carlos Ruiz Santamaría, el Negro , en el marco de la operación Temple, hace ya más de 11 años, los servicios antidroga españoles no picaban tan alto.

Entonces habían logrado capturar a los máximos representantes del cartel de Bogotá en Europa que, asociados con algunos de los narcos gallegos más bregados en el oficio, tenían montada la logística necesaria para abastecer el boyante mercado europeo de la cocaína. Pero nunca llegaron a identificar a Alfa001, el hombre clave del cartel en Colombia.

La operación Guadaña, que culminó en los últimos meses el Greco-Galicia con la captura de Nicolás Rivera y el grueso de su infraestructura en España fue el último torpedo que hizo blanco en la línea de flotación del cartel El Dorado.

Según las principales agencias antidroga internacionales, este era un cartel de carteles. Precisan que, para encontrar precedentes, hay que remontarse a 15 años atrás, a la época de los carteles de Medellín, liderado por el mítico Pablo Escobar y el de Cali, comandado por los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.

El penúltimo torpedo contra este cartel fue la detención en Palermo (Buenos Aires) de Luis Agustín Caicedo Velandia, Lucho.

El capo en la sombra

Hasta la detención de este anónimo capo de capos, los nombres que se citaban como los grandes jinetes de la cocaína eran Daniel el Loco Barrera y los hermanos Javier y Luis Enrique Calle Serna, más conocidos como Los Comba.

La cuenta atrás contra este cartel El Dorado comenzó en septiembre del año pasado con la puesta en marcha de la macrooperación Cuenca del Pacífico , desarrollada en nueve países y que cerró el pasado mes de octubre. El balance oficial de la misma arroja un saldo de 137 millones de dólares y 17 millones de euros en efectivo incautados.

Según la información oficial difundida por la presidencia de la república de Colombia, los investigadores identificaron a Lucho Caicedo como dueño del dinero y «enlace entre las cuatro organizaciones que formaron la asociación criminal, responsable de la comercialización de 91,2 toneladas de cocaína y el lavado de 105 millones de dólares».

La droga se la compraban indistintamente a las FARC y a los paramilitares. Para su transporte, además de contenedores, llegaron a utilizar submarinos.