El arzobispo defiende la vida y la paz ante el empeño «enfermizo» de negar a Dios

La Voz

GALICIA

31 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La lengua gallega y el castellano se intercalaron también en la intervención del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en la ofrenda de traslación del Apóstol, con la que le dio réplica al discurso del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. La máxima autoridad eclesiástica en Galicia aludió en su discurso a la «crisis de valores» de la sociedad actual, frente a la cual contrapuso la respuesta cristiana fundamentada en «la verdad, la fraternidad y la solidaridad con los agobiados por las diferentes clases de pobrezas», teniendo siempre como guía el «compromiso» de los católicos con «la defensa de la vida y de la paz». Julián Barrio también criticó el «empeño enfermizo» actual de «eliminar a Dios» del horizonte humano con el reclamo del progreso y el avance de los tiempos y de la ilusión por «absolutizar la autonomía y libertad humana». En la misma línea, el arzobispo compostelano remarcó la necesidad de «afrontar los retos de una posmodernidad que se vive al día ignorando el sentido trascendente de la vida» a través de la fraternidad y la solidaridad. En los tres párrafos pronunciados en gallego, el arzobispo también llamó a transmitir «de forma especial» el legado de la fe católica a los más jóvenes para que sean testigos, dijo, de la esperanza de la sociedad. La primera ofrenda La ofrenda de la traslación tiene lugar en la catedral compostelana cada 30 de diciembre para conmemorar el mítico traslado de los restos del Apóstol Santiago desde el puerto de Jaffa (Palestina) hasta las costas gallegas, donde fueron desembarcados en el muelle de Iria Flavia (Padrón). El presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, es la primera vez que actúa como delegado regio en esta ofrenda, tomando así el testigo de la anterior presidenta del Parlamento, Dolores Villarino, que actuó como delegada regia en el 2008, convirtiéndose, además, en la primera mujer que desempeñó estas funciones. Tras la ceremonia religiosa de la traslación, Feijoo y las demás autoridades visitaron el salón noble del Concello de Santiago, en el pazo de Raxoi, y participaron en un almuerzo con el arzobispo compostelano en la sede del Seminario Mayor.