El PP frena el intento de PSOE y BNG de blindar los topónimos en gallego

GALICIA

Preserva en el Parlamento la posición favorable de Carlos Negreira a la restitución de la «L» de A Coruña

28 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El debate político abierto por el PP en A Coruña para modificar el topónimo oficial de la ciudad se extendió ayer al Parlamento gallego, donde los populares aplicaron su mayoría para cortarle el paso a una iniciativa impulsada por el Bloque, con el respaldo de los socialistas, para refrendar el compromiso de la Cámara autónoma con la Lei de Normalización Lingüística y con las formas toponímicas en gallego. El grupo que sustenta al Ejecutivo de la Xunta hizo así un calculado desmarque de la normativa promulgada en 1983 para dejar la puerta entreabierta a la restitución de la «L» coruñesa y evitar que su diputado Carlos Negreira quedara a los pies de los caballos. En el fondo, tanto el PP, de un lado, como el PSOE y el Bloque, del otro, estaban de acuerdo en revalidar su compromiso con el Estatuto de Autonomía, así como con la ley y el plan de normalización. Pero es en los matices donde colisionó el Gobierno con la oposición, sobre todo a la hora de reflejar por escrito el respeto a las formas toponímicas en gallego. Abrir la caja de Pandora El grupo del BNG, autor de la iniciativa, previno contra el «comportamento escandaloso» de la Xunta por utilizar de oficio el castellano en sus escritos oficiales, advirtiendo además que el cambio de postura del PP en A Coruña provocó que en Fisterra empiecen a reclamar una modificación del topónimo oficial de la localidad. «Abriron a caixa de Pandora -le dijo el portavoz nacionalista a los populares- e poden saír máis ananos nostálxicos para acabar coa cultura do país». El socialista Francisco Cerviño coincidió con el BNG en reivindicar el espíritu de la movilización del pasado día 18, que congregó en Santiago a 50.000 personas en defensa del gallego, y advirtió a Feijoo que con su actitud sobre el idioma «espertou ao Ulises que estaba durmindo» para reivindicar la lengua propia. No obstante, el popular Agustín Baamonde se encargó de atacar las contradicciones del PSOE por su «esperpéntica postura» en A Coruña, al rechazar en pleno un cambio de topónimo que su alcalde pidió después en una carta, y por secundar la protesta del gallego. «Os socialistas foron á manifestación do día 18 -apostilló- como os enfermos que van a Lourdes a ver se lles curan a súa inutilidade». Acto seguido, los populares plantearon un texto alternativo al PSOE y al BNG al apelar a la «lexitimidade forte» emanada de las urnas para aplicar su programa electoral en materia lingüística, programa en el que se reconoce a Galicia como una «sociedade bilingüe» y se preserva la «liberdade» individual para expresarse tanto en gallego como en castellano. Denominación original A diferencia del texto original del Bloque, en el que se apostaba por garantizar en todos los concellos «a utilización da denominación xenuína e orixinal» de los topónimos oficiales, los populares evitaron cualquier referencia a la toponimia y saldaron su oferta con un compromiso en una alusión al Estatuto y a la Lei de Normalización. «Non imos aceptar brindis ao sol», advirtió instantes antes el nacionalista Bieito Lobeira, condicionando el acuerdo final a tres puntos: compromiso con la ley y la toponimia gallega, respaldo al plan de normalización y un mandato dirigido a los cargos públicos para que se expresen «normalmente», y esta es la aportación del PSOE, en lengua gallega. El PPdeG optó por descolgarse del acuerdo tras un intento frustrado de transacción, utilizando así su mayoría para tumbar la iniciativa de los grupos de la oposición. De este modo, evita tener un compromiso expreso con las formas toponímicas en gallego, lo que le permite dejar entreabierta la vía legislativa para modificar la Lei de Normalización y, por tanto, la toponimia oficial. Y además, los populares creen haber preservado la posición de su candidato en A Coruña, Carlos Negreira, presente ayer en el proceso de votación.