En España sólo hay dos fiscales especializados en delitos telemáticos. Uno está en Granada, y el otro, Luis Uriarte, en Pontevedra. Éste explicó ayer la razón por la que en cada operación contra la pederastia o estafa en Internet aparece algún implicado residente en Galicia. «Porque aquí se investiga más», afirmó Uriarte tras pronunciar una charla en el curso Seguridad Informática , que imparten juristas y policías en el edificio Fundición de la Universidade de Vigo. El fiscal puso como ejemplo que, durante un viaje a Chile, reventó en España una operación contra la pederastia por Internet. Se trataba de un canguro ourensano y unos cómplices andaluces que, supuestamente, abusaban de bebés y grababan en vídeo las violaciones, que luego vendían por Internet. Sus colegas sudamericanos preguntaron a Uriarte por qué aparecían tantos casos en España, y él replicó: «Porque los ciudadanos denuncian más y se investiga más que en otros sitios». Uriarte dirigió la operación Cerbero, junto al juez de Caldas y la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil de Pontevedra. Hubo 20 detenidos y 20.000 imágenes de pornografía infantil incautadas. Parte de este éxito fue posible gracias a que Uriarte tuvo apoyo de la red de fiscales de cooperación internacional y colaboró con el organismo comunitario Eurojust. De ahí surgió el llamado «modelo gallego», que consiste en hacer declarar a todos los implicados ante el mismo juez. Esta solución agiliza las redadas por Internet, pero ya tiene detractores. Uriarte replica que el juez que conoce la investigación «está en mejores condiciones de practicar diligencias que son determinantes», y añade que contra los ciberdelitos «hay que intervenir muy rápido». Reformas El fiscal advierte de que Internet «está universalizando el delito» y estos cambios deben ser abordados por el ministerio público, pese a la escasez de especialistas. Así, alertó de que «todos los delitos del Código Penal se pueden cometer por Internet. Incluso coordinar un atentado como el del 11-S». El Código Penal de 1995 fue un adelanto al prever la ciberdelincuencia, pero ahora debe evolucionar. A la fiscalía llegan investigaciones nuevas de estafas peculiares por Internet «y no sabemos cómo actuar». Lamentó que los delitos por correo electrónico suenen a «ciencia ficción» en una Ley de Enjuiciamiento Criminal que data del siglo XIX. Uno de los últimos parches legales abordó la intervención de teléfonos. Ante este desfase técnico, los juristas tienen problemas para catalogar un correo electrónico como paquete postal o llamada telefónica. O para saber cuántos delitos ha perpetrado un pederasta que tenía en su pecé diez fotos de niños distintos. El agente de Delitos Telemáticos, Gonzalo Sotelo, agradeció en otra charla la colaboración de la Universidade de Vigo para organizar este curso. Propuso concienciar a empresas y particulares sobre la necesidad de reforzar su seguridad informática y parchear sus sistemas operativos. Advirtió que los hackers ya saben craquear las contraseñas de las redes inalámbricas wi-fi.