La policía cree que una banda muy organizada atracó el híper coruñés

Emiliano Mouzo A CORUÑA

GALICIA

KOPA

La subdelegada del Gobierno considera que el suceso es «un hecho aislado» Asegura que el grupo puede estar integrado por delincuentes españoles y sudamericanos

19 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Obdulia Taboadela, subdelegada del Gobierno en A Coruña, confirmó ayer que el atraco a dos agentes de Prosegur el sábado por la mañana en el Carrefour de la avenida de Alfonso Molina abarrotado de gente es obra de «una banda muy organizada», pero también resta importancia al asunto. Taboadela recordó que Galicia es una de las comunidades más seguras y que este ha sido un hecho aislado. «No hay que alarmarse ni alarmar a la población», advirtió, al tiempo que recordó que probablemente los delincuentes hayan venido a la ciudad herculina sólo para dar este golpe. No obstante, la subdelegada admitió que los seis delincuentes iban armados y huyeron en dos motos -tres en cada una-, un hecho que hace pensar a las fuerzas del orden que se trata de una banda en la que, al menos, dos de sus miembros son sudamericanos. «Es un modus operandi muy característico de grupos originarios de estos países», admitió. También explicó que los investigadores estudian la posibilidad de que la banda de asaltantes estuviese compuesta por españoles y personas de origen sudamericano. Los jefes del clan Asimismo, considera como probable que sólo uno o dos de ellos, probablemente los cabecillas, sean extranjeros. Algo que coincidiría con las explicaciones aportadas por los testigos del suceso. La camarera que se encaró con el grupo explicó que ninguno de los que la amenazó tenía acento. «Por cómo hablaban no parecían de fuera», dijo. Tampoco los describió como personas con aspecto excepcional: «Tenían una pinta normal, de hombres de unos 30 años e iban vestidos muy bien», comentó esta chica, muy afectada por el suceso. Otras trabajadoras del hipermercado relataron que uno de los asaltantes llevaba una cazadora azul y un jersey con cuello alto con el que ocultaba el rostro; otro tenía rasgos latinos, como el pelo negro y la tez morena, mientras que un tercero vestía una cazadora color cámel. «Lo que sí vimos bien es que llevaban las pistolas en la mano», aseguró la dependienta de una tienda de artículos de piel que presenció la enloquecida evasión de los asaltantes por un pasillo abarrotado de clientes. «Gritaban muchísimo para que la gente se apartase. Daban mucho miedo, nunca se vio algo así», afirmaban los empleados del hipermercado.