Con el poder al cuello

LOIS BLANCO

GALICIA

JIM BOURG

CUANDO Emilio Botín saltó a Londres para apoderarse del Abbey dio una instrucción a los directivos que le acompañaban en el avión. En la reunión para la compra del banco inglés, todos deberían llevar corbata roja; el símbolo del poder del banquero.

15 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

IDÉNTICAS. En el debate de televisión, Bush y Kerry llevaban la misma corbata roja. Incorporaba lunares blancos para crear la ilusión óptica de las estrellas de la bandera norteamericana LOS TRES. No importa la edad ni la ideología, los candidatos a la Presidencia de la Xunta -Fraga, Touriño y Quintana- recurren en este inicio de año al nudo rojo para reivindicarse poderosos. Por el mismo mes de noviembre, Bush y Kerry se presentaron ante el mundo en el último debate televisivo de las elecciones presidenciales. Se aparecieron como los agentes Hernández y Fernández. Vestían igual y del mismo color, como los gemelos en las aventuras de Tintín. Pin de la enseña nacional en el ojal, traje oscuro, camisa blanca y, por supuesto, corbata roja. A la seda de Bush y Kerry se le incorporaron unos pequeños lunares de color blanco para crear la ilusión óptica de las estrellas de la bandera norteamericana. Allí estaban dos hombres poderosos que soportan en el pecho el peso de su país. Desde el debate entre Nixon y Kennedy (1960), la política se ha ido sometiendo a la dictadura de la telegenia. El primero ganó entre los electores que lo escucharon por radio, pero su contrincante arrasó entre los que lo siguieron por televisión. Todos habían oído los mismos argumentos, si bien lo que determinó el resultado fue ver en la pantalla las gotas de sudor en la cara de Nixon frente a la sonrisa serena de Kennedy. El año 2004 se despidió con los poderosos anudados a la corbata roja. Según se va desperezando el que acaba de comenzar, los candidatos a la Presidencia de la Xunta y los que quieren serlo algún día se han echado al cuello idéntico color. Fraga hace un esfuerzo por recomponer su alicaída figura. El jueves pasado, se puso traje oscuro, camisa clara y corbata roja para salir por la televisión. La víspera de Reyes, Touriño compareció ante las cámaras con talante presidencial. La corbata era roja. Quintana, más dado a extrañas combinaciones de chaqueta y pantalón que al traje, se echa al pecho idéntico color cuando necesita reivindicarse ante Beiras o la UPG. Dicen que son distintos, pero los tres recurren al rojo chillón para reafirmar autoridad y poder. Como estamos en un país muy macho (2 conselleiras de 14 posibles, 1 mujer entre los alcaldes de las 7 ciudades, 2 escritoras entre 40 hombres homenajeados con el Día das Letras Galegas), y como en este año puede pasar de todo, el poder en la política se va a jugar con corbatas rojas. Curioso que en un lugar desde el que se viste a millones de personas en el planeta, los tres candidatos recurran a una prenda del mismo color para reafirmarse. Será que están inseguros. Que ninguno las tiene consigo.