«¡Oh! Es ella, la presidenta»

RUBÉN VENTUREIRA A CORUÑA

GALICIA

KOPA

Ana Botella inició en A Coruña y Lugo un fin de semana en Galicia en el que hará de pregonera en Sober

07 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

«¡Oh! Es ella», grita una joven en la Domus. «¿Ella quién?», pregunta su amiga. «Ella. La presidenta». Ella era Ana Botella, que ayer realizó una rauda visita privada a A Coruña y pernoctó en la provincia de Lugo. Hoy será pregonera en Sober. Llegó en vuelo comercial a Alvedro con retraso de 40 minutos, y en hora y cuarto liquidó el doble asunto en A Coruña. Su primer destino fue la Fundación Paideia. Allí soltó un coloquial «¿qué hay?» a la prensa y desapareció tras la puerta. «Estamos en el punto uno. OK», dijo alguien de su séquito por el mancontro. Al punto uno no se permitió el acceso de la prensa. Sólo tres críos se enteraron del motivo del barullo. Los cinco coches de Botella y cía taparon los soportales que usaban de portería. «¿Por qué viene sola? ¿Se divorció?», preguntó uno. El balón volvió a rodar media hora después. En el punto dos la esperaban el alcalde, Francisco Vázquez, y Ramón Núñez, director de los museos científicos coruñeses. El edificio impresionó a la mujer de Aznar: «Es maravilloso. Me gusta». Vázquez se excedió al sacar pecho: «Ganó el Premio Mundial de Arquitectura». Fue el nacional. «Es de Isozaki». «¿El japonés?», atinó la visitante. Se detuvo Botella en un mapa de genes para preguntar dónde estaban los del alzhéimer y el cáncer de mama, y se asombró al descubrir que la sangre se bombea a 600 litros por hora: «¡A tanto!». Ya de retirada, miró el mar picado y exclamó: «¡Qué maravillosa ciudad!». Se había ganado al alcalde, que le reveló una confidencia. «Hoy es la petición de mano de mi hija», confesó el edil, y Botella le felicitó por ello y por tener «un extraordinario museo que hace reflexionar a los niños sobre las cuestiones de los hombres: ¿quiénes somos? ¿a dónde vamos?...». Entregada al elogio, exaltó la labor de Paideia. «Ana, ¿llevas el libro?», preguntó el alcalde cuando ya rugía el motor. Se lo había dado antes: una recopilación de material sobre Carlos V procedente del Archivo Municipal. Regalo para Aznar.