El Celta vence en un partido que fue de menos a más

Agencias A CORUÑA

GALICIA

DERBI El Celta se impuso por 2-1 al Deportivo en un partido mediocre, falto de la intensidad que proporcionan normalmente los derbis. El equipo de Irureta no sólo perdió los tres puntos sino gran parte de las esperanzas de acercarse al Real Madrid en la lucha por el título. No hizo gran cosa el Depor por lograr la victoria. Mostró más bien su debilidad fuera de casa. Al Celta le bastó un poco más de acierto para confirmar que es el mejor equipo de la segunda vuelta.

31 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

No pareció un derbi en el primer tiempo. En el segundo se acercó a ello. El respeto mutuo y la importancia de los puntos hizo que al choque le faltara la tensión, la emoción y la chispa de los partidos entre máximos rivales. Sobre el terreno de juego los dos equipos evidenciaron más miedo a perder que afán por ganar. Así, el partido resultó soso, anodino, frío. Los goles llegaron en la segunda parte y con ellos cambió el decorado. Durante el primer periodo la rigidez de los sistemas ahogó el juego. Colaboró a ello también la ausencia de la iniciativa de algunas individualidades. Nadie intentó salirse de la norma. Todo fue lento y previsible. Menos mal que en la segunda parte el encuentro se abrió y llegaron las ocasiones. Dentro de la mediocridad dominó algo más el Celta en los primeros 45 minutos mientras el Deportivo dio la sensación de más equipo. Tuvo más tiempo el balón el equipo de Víctor Fernández, pero se acercó con más peligro el de Irureta. Pero ni lo uno ni lo otro sirvieron para desnivelar el aburrido juego en la primera parte. En el equipo local Mostovoi no apareció en ese periodo y sólo Gustavo López inquietó por la banda izquierda, aunque estuvo bien controlado por Manuel Pablo. Su ataque se limitó a balones largos sobre Catanha. En el Depor Mauro Silva y Emerson controlaron el centro del campo, junto a un trabajador Fran mientras estuvo en el campo, pero en ataque no existió porque Tristán pecó de individualista y Makkay, desplazado a la derecha, fuera de su lugar natural, fue una sombra. Durante todo el primer tiempo los dos equipos apenas inquietaron al portero rival. Las oportunidades fueron mínimos y poco claras. Por parte celtiña una buena ocasión de Gustavo López, que desperdició por confiarse, mientras que los deportivistas llevaron su mayor peligro con un disparo lejano de Valerón. Llegan los goles En el segundo tiempo se despertaron los jugadores de ambos conjuntos. El juego adquirió viveza, ritmo y se animó el partido y los aficionados. Víctor, sustituto del lesionado Fran, dio mas movilidad por la izquierda al Depor. Pero fue una subida del central Helder, con un centro preciso que Valerón remató de cabeza. Cuatro minutos después empató Djorovic de un gran zurdazo desde la frontal del área. Con los goles el encuentro se hizo más abierto. El control de partido pasó al Deportivo, sin ser acentuado y sin profundidad, es cierto. El Celta no se entonaba. Pero apreció una de sus estrellas, perdido hasta entonces, Mostovoi, y estableció con gran clase y serenidad el 2-1. Los goles suelen hacer cambiar los ánimos. Esto ocurrió. El Depor se puso nervioso mientras el Celta ejerció el control con la ventaja en el marcador. A Irureta no le dio resultado el último recurso de 'Turu' Flores, aunque al final le hizo un penalti claro Velasco que no pitó Mejuto.